En un momento del café, mientras el camarero coloca con parsimonia unos dulces cortesía de la casa, el personaje sentencia mirando a uno de los siete comensales: "Nunca, nunca olvides que la derecha sociológica de Sevilla y de toda Andalucía han pactado con el PSOE siempre. Esas grandes familias de toda la vida, de apellidos ilustres y que tú conoces de sobra, no tuvieron reparos en entenderse con los socialistas tantísimos años. Harían mal en San Telmo si se olvidan de este hecho que es fundamental para entender las razones de la permanencia del PSOE tantísimos años en el poder. El actual presidente no debe olvidar la teoría de la carambola para explicar su llegada al cargo. Él mismo, con todo acierto, la repetía en sus primeros contactos con las entidades sociales y con los propios periodistas. Fue una carambola, pero no debería quedar convertida en un paréntesis. A esas familias les importa un pepino quién gobierne Andalucía mientras sus intereses sean protegidos y algunas de sus irregularidades tapadas. ¿O crees que algunos no están pringados de alguna manera en asuntos turbios que investiga la Justicia, como en el caso de los jamones de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir? Yo estoy de acuerdo cada vez que se habla de la necesaria estabilidad, pero me pregunto qué entiende cada agente social por estabilidad. La lucha por la financiación autonómica está muy bien, haber recibido al presidente valenciano también. Muy pronto vendrá hasta el presidente extremeño. Por supuesto que prefiero que vengan presidentes autonómicos antes que determinados periodistas y personajes de Madrid que accedían a San Telmo en otros tiempos como Pedro por su casa. Esos encuentros le dan altura institucional al presidente, eco nacional y prestigio político. ¡Pero es que en la calle no se habla de financiación autonómica! Es un asunto de impacto mínimo. Nuestro problema es que el PSOE vuelva a recuperar esos 600.000 votantes que perdió y que esas grandes familias vean en Juan Espadas la garantía de su estabilidad. Esa conjunción de intereses de los habitantes de los pueblos y del empresariado sería letal para nosotros. Como los próximos sondeos confirmen las opciones de Vox de formar gobierno, Espadas tiene la campaña hecha. Harán falta muchas dosis de humildad y de paciencia para que la carambola no sea un paréntesis, un accidente en la historia de la democracia en Andalucía. La guerra grande está donde te digo, no en las primarias de Ciudadanos, donde no quedarán ni las raspas. No gobernaron 37 años por casualidad. Lo de ellos no fue un accidente". La tarde del sábado cae en una Andalucía que ya busca las carantoñas del otoño.

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