Pedro Sánchez, y su inútil gobierno en funciones, nos está demostrando cada día que le importa mucho más tener que ser. Y esto es un problema. Veamos. Para poder tener primero hay que ser. Sin ser no es que no se pueda tener, es que no se es. Y en esas estamos. ERC para arriba, ERC para abajo. Jonathan Swift en su obra Escritos subversivos define muy bien los tres métodos mediante los cuales un hombre puede llegar a ser primer ministro, y aun no siendo.

Mark Twain en su libro Los escritos irreverentes, nos indica como Noé al construir el Arca, lo hizo lo mejor que supo, pero no tuvo en cuenta la mayoría de los elementos esenciales. Y algo así está pasando en España. Cuando nos vemos en un callejón sin salida, como un presidente en funciones que no ha logrado aún la investidura, nos ponemos a hablar de soluciones políticas. ¡Como si la política fuera algo o tuviera en su mano la solución de los desmanes!

Y todo esto del ser y del tener, erróneamente, lo traducen los ineptos en estas soluciones políticas. Pero aquello que se acerque a la política está muerto, ha dejado de ser. Se podrá tener, por exigencia, por cabezonería, por mandatos dictatoriales, pero se ha dejado de ser, que es lo más importante. Escribía Lichtenberg en un aforismo "Es error común de toda la gente con poco talento y más erudición que inteligencia el caer en explicaciones artificiales antes que naturales".

Lo de las soluciones políticas es algo parecido a lo que han hecho con la última película de la saga Star Wars, J. J. Abrams, además de seguir un contenido que le venía de antaño, ha incluido todos los típicos tópicos de los tiempos que corren y ha dado a la cinta una solución política. Lo de las soluciones políticas es algo parecido a lo que han hecho este año con la concesión del Nacional de Narrativa a Cristina Morales, un despropósito que apenas sabe expresarse. Lo de las soluciones políticas es algo parecido a las listas de los mejores libros del año, que ahora salen a colación; nuestra conclusión es que no lea ninguno de los que les proponen.

Señor Sánchez, cuando vuele en su Falcon, desde arriba, cada uno de los puntitos que observe es un ser humano, somos cada uno de los españoles que miramos al cielo y le contemplamos volar. Miramos su desplazamiento cada vez más escorado hacia la inutilidad. Nosotros nos limitamos a eso, usted en cambio ansía tener y seguir teniendo, pero no debe olvidar que usted, por mucho que lo desee, no es. Usted tan solo es comparable a una solución política.

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