La otra orilla

Precarios

Se hace necesario modificar una cultura empresarial que busca los mayores beneficios por encima de la dignidad

El empleo precario es un empleo de mala calidad en el que los trabajadores sufren muchas carencias laborales: bajos salarios, inestabilidad, sobre cualificación, largas jornadas, contratos temporales, jornadas parciales involuntarias y atípicas etc.

Un reciente estudio de la Universidad de Alicante ofrece datos que son muy preocupantes. El estudio realizado en colaboración con CCOO examina el fenómeno a partir del empleo de mala calidad y su presencia en el mercado de trabajo.

Uno de cada doce asalariados está en situación de precariedad. El 75% de los jóvenes asalariados, el 64% de los emigrantes y el 54% de las mujeres sufren precariedad laboral. El estudio señala que no se trata de algo coyuntural sino de algo fuertemente estructural en nuestro modelo laboral.

Modificar esta situación debe ser una prioridad social y política. La precariedad laboral y el desempleo son un atentado contra la dignidad del trabajo y de los trabajadores. Supone vulnerabilidad y sufrimientos para muchas personas, para muchas familias. Son un atentado contra la persona.

Combatir la precariedad laboral significa transformar el modelo productivo, fortalecer la negociación colectiva, poner en el centro de las empresas al ser humano. Se hace necesario modificar una cultura empresarial que busca los mayores beneficios por encima de la dignidad y los proyectos vitales de los trabajadores. El trabajo es para la vida. La precariedad no debe tener sitio en una sociedad del cuidado, en una sociedad fraternal. El trabajo debe estar por encima del capital.

La nueva reforma laboral aprobada en el Congreso de Diputados y acordada por gobierno, sindicatos y empresarios puede ayudar a modificar la orientación del modelo laboral, sobre todo en dos aspectos: la reducción de la temporalidad y el fortalecimiento de la negociación colectiva. También es importante el incremento del salario mínimo interprofesional y el combate contra el fraude laboral. Es hora de caminar hacia un trabajo digno propio de una sociedad decente. Combatir la precariedad laboral es apostar por la vida, es apostar por el ser humano. Apostemos.

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