Esta expresión del título figuraba ya en los anales de las generaciones pretéritas. Sin embargo, pone de manifiesto la permanencia histórica de un conflicto de relación entre el acceso del ciudadano a la energía eléctrica y su consumo, con el coste de la misma, pues era el grito de alarma ante el cobro del recibo.

Ahora, ya con las tecnologías vigentes, deberíamos pasar de la individualidad del tío de la luz a la pluralidad de los tíos, con el agravante, de que antes lo veíamos y conocíamos, ahora, ni los vemos ni los conocemos y, seguramente, son tantos y tan variados, además de tan diversos intereses entre ellos que jamás llegaremos a saber quién o quiénes, realmente, deciden nuestro expolio. Cuando alguno sale en público, generalmente del Gobierno, siempre es para dar explicaciones demasiado crípticas, echar la culpa a la herencia o el consabido "y tú más" -da lo mismo el color político gobernante, todos lo hacen- al no hay más remedio, a la dependencia energética, a la meteorología, incluso al consumo, según las épocas, en fin, todo un memorándum de excusas sin aportación de una solución que no vaya más allá de subir el precio.

Cierto es, que desde la moratoria nuclear de Felipe González hasta el último fiasco, ¡y van!, del PP con el "no subirá la luz" del ministro hace veinte días, pasando por la megalomanía zapateril de las renovables y esa entelequia del déficit de tarifa, aquí no hay más que una realidad ajena al laberíntico y sospechoso proceso -ahora, también para el Gobierno- de fijación de los precios, es que pagamos los ciudadanos y no sólo la factura de la luz sino todo el impacto que tiene en los productos como consecuencia de los cortes industriales y empresariales.

Hubo quien para ahorrar el consumo y, en consecuencia, bajar la facturación, se quitó la corbata, naturalmente en época estival ¿qué hacemos ahora en invierno? Espero la respuesta del descorbatado porque, desde luego, el ministro, tras enzarzarse en la investigación de la subasta, al igual que en su declaración de "no subida", se ha metido en un callejón sin salida, pues aunque esta ha sido anulada, ello no va a impedir la subida que sea, puesto que perdió su pueblo con Hacienda y en democracia, cuando esto sucede, lo digno, lo ético e incluso lo necesario, es dimitir, aunque ello no signifique que nos vayan a cambiar ni al tío, ni el recibo de la luz. ¡Ojú!

P.D.- Esto se publicó en diciembre de 2013 y no solo se mantiene vigente, sino que actualizado, aunque se diga lo contrario, tenemos el IVA más alto de nuestro entorno en la UE. ¿Será cómo se alude a Mafalda en redes sociales? Que la suben porque les sale de las "corbatas" que un día se quitaron para sustituir al aire acondicionado.

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