'Mágico' Antón

LA afición recreativista disfrutó el pasado domingo de extraordinarios goles en la victoria clara ante el Albacete. Fueron muchos jugadores los que destacaron en ese encuentro por su desborde y calidad. Aunque es justo decir que la victoria se consiguió con el esfuerzo y compromiso de todos.

Sin embargo, el momento mágico, especial y sublime nació de las botas de un extraordinario futbolista, llamado Álvaro Antón. Fue el centrocampista burgalés el que colgó del cielo un balón, a modo de vaselina, que voló suave como una pluma hasta caer dentro de la portería contraria, dibujando en la memoria de los aficionados un gol de antología.

El recreativismo coreó al unísono el nombre de Antón y, aunque lo hizo tras la enorme delicatesen, no solo le reconoció ese gol sino todo lo bueno que ofrece siempre sobre el césped del Colombino. Álvaro es un futbolista distinto, se encuentra en ese grupo de escogidos que acompasan la idea, la acción y el momento. Tres escenarios que cuando se alinean marcan el devenir de un partido o de una temporada.

La afición del Recreativo siempre ha tenido una gran admiración al 22 del Decano. Y la tiene porque Álvaro está de por medio cuando pasa algo clave y emocionante sobre el terreno de juego. Todos tenemos en mente muchas de sus acciones, no sólo por la plasticidad de las mismas sino por su relevancia en el resultado final.

Álvaro Antón tiene ese don mágico que todo equipo ansía y que tanto se echa en falta cuando no se tiene. Y si no, miremos la recta final de la pasada temporada e imaginemos cómo hubiera sido aquel partido en Sabadell con su toque especial.

Ahora lo que importa es el presente y ahí está el 22 albiazul. Y no me cabe la menor duda de que estará cuando más lo necesite el Recreativo.