Vaya con el amor que le han tomado los políticos a las situaciones desagradables. Y definimos "situación desagradable" a esto que vivimos. Sí, efectivamente. hay que reconocer que le han cogido mucho cariño. Mientras estemos encerrados en casa, digitalizados, viendo Netflix, aislados del mundo y entretenidos, poca lata daremos, la justa. Unos harán más ruido que otros, pero a aquellos que disienten, los que no defienden el falso progresismo, pues toma libertad de expresión, te convierten en maldito y te suprimen tus cuentas en redes sociales. Es que vivimos una guerra en toda regla, una guerra diferente. En todos los conflictos hay muertos, silenciados, miedo, rutina. Ahora ocurre lo mismo que antes, pero las balas que salen del fusil son un maldito y desconocido virus, creado en un laboratorio, y con todas sus consecuencias.

Una reflexión, si el mundo se destruye sin compasión, la economía se destroza, y estamos en la cuerda floja, y hay dos vacunas (pronto llegará la de AstraZeneca y la Universidad de Oxford), ¿cómo es que se no se vacuna 24 horas del día, 365 días al año? Parece que no interesa. Lo dicho, a los políticos, la actual situación les viene de maravilla. Nos controlan, dejamos de pensar. Pero bueno, esto es algo que ya pasa a ser evidente, y todo lo evidente antes estaba prohibido, ahora, más que prohibido. Cuando anuncian la vacuna de AstraZeneca-Oxford los de la OMS indican que la inmunidad de rebaño no se alcanzará en 2021, y lo dicen así, como queriendo llevar la contraria.

Si hay algo que me preocupa son los niños y los adolescentes. Prestamos a ellos poca atención, aunque nos preocupe. Los niños están sufriendo daños injustificables con las medidas que se toman en la pandemia, su salud física y mental está dañándose a pasos agigantados. La doctora Margarite Griesz-Brisson, especialista alemana en Neurofisiología y Neurotoxicología, afirma que el uso continuado de la mascarilla puede degradar gravemente las funciones cognitivas. Y decimos más, Mike Yeadon, ex vicepresidente de Pfizer, ex director científico y ex jefe del área de Investigación Respiratoria y Alergias de esa multinacional, dicen que los gobiernos están mintiendo sobre la verdadera situación.

Aquí no vamos a cuestionar la verdad o la mentira. No nos interesa. Aquí solo vamos a decir que esta patraña les interesa, y mucho. Que los jóvenes están perdiendo la concentración, el sueño, aumenta en ellos la sensación de inseguridad, los pensamientos negativos, incluso el suicidio, aunque de eso esté prohibido hablar.

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