La colmena

Magdalena Trillo

mtrillo@grupojoly.com

Julio, el nuevo enero

Cáritas advierte ya del impacto de los ERTE a pie de calle: tener trabajo y no poder pagar ni el alquiler

Tomo prestado el título de un reportaje. En inglés suena más premonitorio: July Is the New January. E inquietante si recuperamos la segunda parte del título: cómo las compañías retrasan la vuelta a la oficina. Uber, Airbnb, Microsoft, Facebook, Twitter, Target, Ford Motor... Mientras leo la noticia me salta una alerta de Trump atacando a los críticos "estúpidos" de su propio partido y desmontando los sondeos que, a dos semanas de las elecciones, dan una ventaja creciente a Joe Biden.

Deberíamos preocuparnos. Ni las encuestas en Estados Unidos son más fiables que en Europa para pulsar el clima político ni hay mejor barómetro para conocer el calado de una crisis que escuchar a las empresas. Los gigantes tecnológicos anticipan la intensidad con que están cambiando las reglas del juego del tablero laboral con la misma incertidumbre con que las pymes palpan los nubarrones que planean sobre la economía local: la mitad de la compañías consultadas en el último barómetro de Cepyme han realizado ya una reestructuración de plantilla y, de las que han optado por un ERTE, más del 50% planea despedir en los próximos meses.

En Cáritas también se atisba el frío que nos azotará hasta julio. Como mínimo. A la precariedad de salarios que hemos arrastrado desde la crisis de las subprime se suma ahora el impacto de los ERTE: poco importa si la pandemia del Covid compensa con menos horas de trabajo, y menos atascos, si la contrapartida es que no llegamos a fin de mes. Se multiplican las familias que llaman a la puerta de la ONG porque no pueden ni pagar el alquiler...

Los ricos, por supuesto, son mucho más ricos. La consultora PwC estima que el patrimonio de las grandes fortunas ha crecido sólo entre mayo y julio en un 27,5% hasta los 8,7 billones de euros. Los sectores industriales y los tecnológicos son los grandes beneficiados con unas ganancias del 44%, pero seguidos muy de cerca por los visionarios del sector sanitario que lideran la carrera por descubrir nuevos fármacos e innovaciones médicas.

Cuando pareciera que no podemos más que esperar a que pase la tormenta, ahí está China (otra vez) para decirnos lo contrario. Hace unos días visitaba Xi Jinping el poblado pesquero de Shenzhen para celebrar el gran experimento capitalista. Hace 40 años allí había pantanos y una renta per capita de 73 euros. Hoy es un milagro tech con una renta de 23.000 euros capaz de competir con Silicon Valley. No todo está escrito. Ni siquiera que julio será el nuevo enero.

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