Hace más de veinte años le oí a un fiscal, del muy venido a menos Tribunal Supremo, que los ciudadanos podemos esperar justicia a nivel del juzgado de primera instancia y poco más. De ahí para arriba, decía, te puede pasar cualquier cosa. Desde que los partidos políticos cogieron por banda el limón de la Administración de Justicia, a través del Parlamento y del Consejo General del Poder Judicial, no han hecho otra cosa que exprimirlo hasta dejarlo seco. Las dos vergonzantes sentencias recientes sobre la profanación de la tumba de una persona muerta hace 44 años y sobre el golpe de Estado en Cataluña, calificado de ensoñación, son dos botones de muestra que han dejado a la Justicia en España tiritando. O lo que es lo mismo, a la democracia en paños menores. Si no hay Justicia, sorda y ciega, que ni oye ni ve lo que hay más allá de la sala de audiencias, no hay democracia. Tal cual.

La democracia hoy se tambalea borracha de todos los brebajes de demagogia que le están dando a beber. Acaban de caerle 38 años de prisión a cada uno de tres jóvenes futbolistas por tener no se sabe bien qué relaciones sexuales con una menor. El número de pruebas de cargo es cero. El único testigo, un cuarto joven presente, desmiente a la chica y esta ha dado a lo largo del procedimiento hasta cuatro versiones de los hechos, por no hablar de sus mensajes de guasap, recogidos en la sentencia, que son para tirarse de los pelos.

Con estos mimbres los jueces se descuelgan con una condena mayor que la de muchos asesinos, etarras incluidos. A Inés del Río, ETA, le cayeron 24 años por sus múltiples asesinatos, exactamente 400 días por asesinato; a Santi Potros, otro de la banda, le salieron cuatro meses de cárcel por asesinato; el asesino de Víctor Laínez, golpeado hasta morir por llevar unos tirantes con la bandera de España, se ha ido con 4 años de cárcel; la asesina de dos hijos en Godella, salió con 10 años y la asesina de dos niños en Santomera se marchó con 14 años.

Esto es sencillamente insoportable. Estos disparates están poniendo en un brete la convivencia y con ella la democracia. Mientras escribo veo que en Almería el monumento al niño Gabriel Cruz, asesinado por la expareja de su padre, ha aparecido con una pintada que dice: "Hazte feminista y maltrata al varón, sea niño o hombre".

La o antes de hombre me ha producido un desprendimiento de retina. Pero lo traigo aquí porque este mensaje de odio, de analfabetismo y de barbarie está en el núcleo de este artículo y no está teniendo la respuesta debida en los medios y por ello en la opinión pública. Hagan algo, por favor y rápido, o el lejano oeste va a dejar de ser lejano.

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