Visiones desde el Sur

Fernando Simón Soria

Le pediría al doctor Simón que no ejerza de político, para eso está Illa, y que no se deje arrastrar por la fama

Hace tiempo que me planteé hablar sobre este asunto, pero, hasta ahora no ha llegado el momento. Veamos. Fernando Simón Soria, como es sabido, es desde 2.012 el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias del Ministerio de Sanidad, y debo confesar, que, a mi entender, ojalá dure muchos años en la tarea que viene desarrollando en beneficio de los intereses de España y sobre todo de la salud de los españoles, por su capacidad y sapiencia más que demostrada en la gestión del coronavirus que a todos nos azota y que ha llegado a cambiar nuestra manera de vivir, de relacionarnos e incluso de tener que plantearnos el devenir de una otra forma, acorde con la persistencia del virus entre nosotros por muchos años.

El doctor Fernando Simón es un especialista muy valorado y reconocido a nivel internacional; domina seis idiomas; ha desarrollado importantes tareas como epidemiólogo en diversos países de África, América Latina y Europa; recientemente ha sido incluido junto con ocho expertos más, miembro del comité que asesorará a la Unión Europea, dependiente de Úrsula von der Leyen directamente, y ha obtenido a lo largo de su ya extensa carrera profesional, múltiples reconocimientos por su tarea, entre ellos la Encomienda de la Orden Civil de Sanidad en 2.015 y el Premio Emilio Castelar que entrega la Asociación Progresista de España.

Al actual portavoz del Ministerio de Sanidad contra la pandemia del coronavirus en España, se le pueden poner pocas tachas, por mucho que algunos partidos políticos o asociaciones de diverso jaez, pretendan tumbarlo como si de esa manera se estuviera derribando al Gobierno de España. Y se equivocan. Fernando Simón Soria es un técnico y además de los más cualificados de este país, con una experiencia y una trayectoria profesional que quizás pocas personas puedan esgrimir.

Pero, lo que sí le pediría al epidemiólogo Fernando Simón, al que admiro sin duda alguna, es que se apartara cuanto pudiera de dos cuestiones. Primera, la tentación de ejercer de político cuando esa no es su tarea: cada mochuelo a su olivo. Para esas tareas están el ministro Illa, la portavoz del Gobierno y todos y cada uno de sus miembros incluyendo al presidente.

Y dos, no dejarse arrastrar por la fama. Porque, eso y perder el norte es lo mismo. Los periodistas están adiestrados para buscar titulares. Así que, mejor no tentar al diablo, que es más sano, y continuar trabajando como hasta ahora.

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