Huelva, como ciudad marinera, tiene un profundo sentido de fe y de tradiciones que la ligan a una práctica devocional que late en sus corazón.

Ese sentido devocional marinero de muchos, le hace acercarse a momentos religioso bien queridos y celebrados por el pueblo, como es la festiva tradicion de la Virgen del Carmen. Cada pueblo suele mantener devociones particulares, además de esta tan bella y querida de todos, como suelen ser los cultos a las Patronas de lugares que tienen su cuna, trabajos y devociones a titulares desde hace siglos junto a la mar.

En nuestra ciudad la devoción marinera a la Virgen de la Cinta, es un especial y singular motivo que nos une a ese diario quehacer sobre las aguas de la ría y el océano.

Demostración de lo que escribo pueden encontrarse con suma facilidad en escritos y donaciones testamentarias que prueban como muchos onubenses siempre pensaron, en los momentos más fuertes de sus vidas, en la Virgen Patrona de la ciudad.

La principal empresa marinera onubense en el mundo fue sin duda alguna la que tuvo por cuna a Palos y La Rábida, del hecho más grande que abrió un mundo nuevo: el Descubrimiento de América. Y fue precisamente a la vuelta de la Carabela Niña, en su viaje de regreso, en marzo de 1493, cuando ese sentido de devoción muy arraigado en los marineros de esta tierra andaluza, cuando una vez más al llegar la hora difícil y extrema de un peligro inmediato, los labios musitan una plegaria de socorro y ayuda y los ojos elevan su vista al cielo, pidiendo e implorando una salvación milagrosa.

La madrugada del dia 3 de marzo, la Carabela Niña, al mando de Cristobal Colón, azotada por fuertes olas en una tormenta, como pocas habían conocido aquellos marineros, amenazaba un hundimiento sin remedios y la muerte para todos los tripulantes.

Y allí surgió la luz de la mas autentica fe marinera. Todos estaban en manos de Dios y la intercesión a la plegaria no podía por menos que ser a la Virgen de la Cinta, Singular Abogada de los marineros onubenses., con el ofrecimiento de un Voto por parte del Almirante, a quien le tocó en suerte, para venir a la Ermita de nuestra Patrona en acto de agradecimiento si se salvaban de aquel peligro extremo.

La tormenta amainó y la carabela Niña y sus tripulantes se salvaron. Colón cumplió su voto y el hecho quedo para la Historia. Su rememoración la cumple cada año la Real Sociedad Colombina y desde el año 1969 tuve el honor de iniciar esta ceremonia junto a la Hermandad de nuestra Patrona, que hemos mantenido, como testimonio de una devocion sin par y llena de orgullo marinero para la ciudad de Huelva. Esta semana, el Santuario de la Cinta reúne de nuevo a todas las autoridades y representaciones navales, con presencia del almirante de la Flota española, Obispo dela diócesis y destacadas figuras nacionales relacionadas con el descubridor de América. Huelva cumple su Voto marinero.

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