Fábula futurista

CineBox Aqualon Puerto Huelva, CineVip Lepe y Cines Artesiete Holea Huelva.- Producción: Estados Unidos, 2014.- T.O.: 'Jupiter ascending'.- Duración: 127 minutos.- Dirección y guión: Andy Wachowski y Lana Wachowski.- Fotografía: John Toll.- Música: Michael Giaqcchino.- Montaje: Alexander Berner.- Intérpretes: Channing Tatum, Mila Kunis, Eddie Redmayne, Sean Bean, Douglas, Booth, Gugu Mbatha-Raw, Tuppence Middleton, Charlotte Beaumont, Maria Doyle Kennedy, Christina Cole, Doona Bae

Los hermanos Andy y Lana Wachowski -de ella se rumoreaba que se había sometido a un cambio de sexo- vuelven al universo Matrix (1999). Eso sí nos muestra una hábil ejemplo de toda una combinación de géneros dentro de esa especialidad, sin que falte, junto a la más exacerbada fantasía una reminiscencia o si así lo quieren algunos de los amantes de este tipo de cine, una especie de homenaje al cine de superhéroes que, por lo visto, no nos puede faltar en estas fábulas futuristas.

Júpiter Jones había nacido bajo el cielo nocturno y los misteriosos hados del destino parecían aventurarle un privilegiado futuro. Soñadora de las estrellas sus delirios chocan irremisiblemente con la dura realidad que vive como limpiadora por las casas y con sus conflictos habituales. Pero su destino no se revela hasta que Caine, un cazador ex militar, genéticamente modificado -un híbrido entre hombre y abeja-, ha llegado a la Tierra para dar con ella. Sabe que la ficha genética de la joven la hace depositaria de una herencia extraordinaria que puede alterar todo el equilibrio universal. En un ámbito lejano, más allá de la Tierra y del Sol una de las dinastías más poderosas de todo el orbe ha reinado durante milenios. Tras la muerte de su matriarca sus tres herederos principales mantienen un duro conflicto bélico por el control de la Casa de Abrasax.

Entramos así en una trama nada original en la que anticipación, fantasía y cienciaficción, en suma el space opera, a la manera de los hermanos Wachowski, se mezclan en el desarrollo de un guión demasiado complicado y vacilante que se conduce por derroteros propios de los conocidos relatos galácticos. Todo ello propende a la proliferación de secuencias aparatosas, espectaculares, llamativas, bien rodadas y montadas, pero que en su propósito de combinar los distintos géneros para atraer a la mayoría y asegurar la comercialidad de la película, apela a recursos demasiado convencionales. Y además inciden en aspectos propios de la cinematografía de estos realizadores que recurren a reclamos fáciles de comedia espesa, un tanto escabrosa, erotismo a ultranza y una incontenible palabrería con proliferación de denuestos y expresiones malsonantes, vengan o no vengan a cuento.

Una perspectiva, en fin, donde proliferan los efectos especiales de cierta novedad y atractivo para los amantes de este tipo de cosas, una puesta en escena que conduce a veces a una especie de inevitable espectáculo kistch, bastante barroco, con demasiados materiales de desecho, con un dudoso sentido del humor y las consiguientes dosis de futurismo New Age, que también parece un recurso imprescindible para algunos cineastas. E insisto: para atraer a espectadores adolescentes una clara referencia al cine de superhéroes.

QUIROGA