Desmontando el 'CatalanGate'

¿Agradecerá alguien al profesor José Javier Olivas este gran servicio? Pueden apostar que no

Hace casi un año, el 18 de abril de 2022, el influyente centro de estudios Citizen Lab de la Universidad de Toronto publicó el informe titulado CatalanGate, en el que se acusaba a las autoridades españolas de haber promovido una gran campaña de espionaje electrónico, mediante el uso de Pegasus y otros sistemas igualmente condenables, sobre políticos, abogados y activistas secesionistas catalanes. Una grave acusación, enmarcada en la investigación que la UE estaba realizando sobre el empleo ilegal de estos medios por parte de los diferentes estados. Este informe tuvo un amplio eco en la prensa española e internacional, contribuyendo así a la deslegitimación de las instituciones y al aura de víctimas de la opresora España que el secesionismo explota por doquier.

Aunque el estudio presentaba muestras de parcialidad y de falta de fiabilidad, las reclamaciones de más de cien académicos al respecto, articuladas por el Foro de Profesores, fueron taxativamente rechazadas por la Universidad de Toronto. Esto animó a José Javier Olivas, profesor del Departamento de Ciencia Política de la UNED, investigador de gran prestigio y miembro de dicho Foro, a realizar una verdadera disección del CatalanGate que ha demostrado sus "graves problemas metodológicos y éticos que socavan gravemente su valor como base probatoria para las comisiones parlamentarias y los juicios judiciales". Intereses económicos y complicidades políticas han quedado al descubierto. El estudio, al que su autor ha dedicado casi un año de trabajo, sin otra ambición que servir a la verdad y rendir un servicio a su país, ha sido presentado por su autor, invitado por el eurodiputado de Ciudadanos Jordi Cañas, ante la Comisión Pegasus del Parlamento Europeo hace sólo unos días. El impacto ha sido importante en la prensa internacional y en la Comisión, aunque sea de temer que el daño ocasionado por CatalanGate a la imagen de España, una vez más, quede impune.

Hay que felicitar, sin duda, al profesor Olivas, pero también conviene valorar otras cuestiones. No puede omitirse que Olivas ha tenido que sufrir, desde que hiciera públicas sus reservas sobre el CatalanGate, una verdadera campaña de acoso en las redes sociales, cartas difamatorias y vetos. Los procedimientos del secesionismo contra los que se atreven a desafiarlo tienen siempre ese sello intolerable que ya no suscita reacción. Por otra parte, ¿agradecerá alguien a José Javier Olivas este gran servicio? Pueden apostar que no.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios