La verdad es plural

Marisa Fernández / Serrat

El Cuento de la buena pipa

10 de mayo 2015 - 01:00

HACE tiempo había una especie de juego infantil, que ignoro si se seguirá practicando, consistente en preguntar con una sonrisa maliciosa: "¿Quieres que te cuente el cuento de la buena pipa?", y fuese cual fuese la respuesta, se volvía a emitir la misma pregunta; así, una y otra vez. Sólo finalizaba el juego cuando el que respondía se cansaba, porque el interrogador nunca lo hacía y no cesaba jamás de repetirla. Odiaba aquella tontería y el discurso, que pronunció hace unos días la Ministra de Fomento en Huelva, ha conseguido que la reviva.

Esta vez le ha tocado a Ana Pastor. La ministra asumió su papel, como antes lo hicieran Magdalena Álvarez o José Blanco, como ministros de Fomento, y con calma y una aceptable interpretación recitó el Cuento de la buena pipa: ya están las disposiciones pertinentes para que las obras de la variante N-435, a su paso por Trigueros y Beas, estén finalizadas pronto. Y nada menos que más de 410 millones de euros irán al trazado ferroviario entre Huelva y Sevilla. Tendremos estación en Las Metas ajustada a los tiempos que corren, sin obras faraónicas…

En fin, que la historia sería preciosa si no conociésemos su final. Sería verosímil si no la hubiésemos creído otras veces. Sería merecedora de un aplauso si no viniese acompañada por ese lógico, por repetido, tufillo a engaño. Inevitable que surja la duda: si tantas buenas noticias tenía la ministra, ¿cómo se negó a recibir a los representantes de la Agrupación de Interés por las Infraestructuras de Huelva? ¿Será porque a esa reunión no asistirían los suyos? ¿Cómo se prestan los ministros a venir aquí a contarnos lo mismo que otros hicieron antes? Sostengo alguna hipótesis. Se trata de contar un relato que, aunque ellos ni han escrito ni se lo creen, lo harán ante los suyos, amigos y compañeros de partido, quienes nunca improvisarán una respuesta disonante. Porque si la señora Pastor fantaseó en Huelva, sólo tuvo aplausos por respuesta. Y salieron en la foto los que tenían que salir. Los integrantes de la Agrupación no asistieron (¿medida de protesta o la incomodidad que produce oír lo que no se quiere oír?).

Insisto. El Cuento de la buena pipa es un martirio porque se convierte en un tormento escuchar repetidas veces lo mismo sin que se vislumbre un final. Pero si a quien se le dirige es a Huelva, además de un suplicio, es una grandísima falta de respeto a todos los onubenses, sean cuales sean sus ideas políticas. Ya está bien.

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