El zurriago
Paco Muñoz
Me dais asco casi todos
PERDONEN una vez más que mi fijación cinematográfica, de la que intento liberarme a duras penas, me lleve de nuevo a recurrir a una película para instrumentar este Caleidoscopio de hoy. Se trata de Expertos en crisis, cuyo título original es Our brand and crisis, realizada en 2015 por David Gordon Green, producida por George Clooney y protagonizada por Sandra Bullock y el actor portugués, frecuente en repartos internacionales, Joaquim de Almeida. Es la adaptación de un documental producido en 2005, sobre las estrategias políticas de Estados Unidos en Sudamérica. Una experta en campañas electorales viaja a Bolivia para asesorar a un candidato a las elecciones fracasado en anteriores comicios pero a quien interesa apoyar.
La entidad de la película -inédita en Huelva como tantas- no es relevante ni responde a cuanto se espera de ella al principio. Pero sirve la referencia para el tema de hoy. Cuando la campaña del candidato pasa por sus horas más bajas y da por perdida su oportunidad, en un discurso de su rival y casi seguro ganador, se desliza una frase que parece todo un eslogan triunfador. La experta asesora reconoce la frase y que su autor fue Joseph Goebbels, ministro de Ilustración Pública y Propaganda de Hitler, uno de los principales ideólogos del régimen nazi. Que un líder de izquierdas de un país sudamericano, al que las encuestas dan como ganador, cite a uno de los más significados dirigentes del genocidio del exterminador III Reich, no sólo lo descalifica sino que supone un arma decisiva para el triunfo de su contrario.
Las citas, según como se utilicen, las carga el diablo. Sin embargo son ilustrativas y oportunas cuando significan un rasgo de sabiduría y experiencia de sus autores. Son una muestra del conocimiento y elocuencia de quienes las emplean a su debido tiempo. En estos días de frenética vorágine electoral que abundan como una plaga los discursos de los candidatos, los debates -que no lo son tanto ni tan profundos como debieran-, incluso en las tertulias, no suele recurrirse a las citas cuando resultan tan apropiadas a ciertos comentarios e incongruencias que se esgrimen.
Hoy, que tanto vuelve a hablarse de comunismo, recordemos que Guillermo Cabrera Infante, desengañado del castrismo, que tanto apoyó al principio, escribía: "El comunismo es el fascismo de los países pobres". Y cuando se invoca un referéndum sobre Cataluña y su derecho a decidir, convendría evocar lo que Manuel Azaña escribió en el exilio: "Nuestro pueblo está condenado a que, con monarquía o con república, en paz o en guerra, bajo un régimen unitario o asimilista o bajo un régimen autonómico, la cuestión catalana perdure como un manantial de perturbaciones, de discordias apasionadas, de injusticias, ya las cometa el Estado, ya se cometan contra él, eso prueba la realidad del problema".
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