Naranjas esparcidas en una calle de Huelva.

Naranjas esparcidas en una calle de Huelva. / Telo (Huelva)

Concluido el Concurso de Agrupaciones del Carnaval Colombino, que se celebró en el Gran Teatro, en el que participaron treinta y tres grupos, procedentes de distintas localidades de las provincias onubense e hispalense, concretamente quince comparsas, quince murgas, dos cuartetos y un coro, Huelva se prepara ya para los actos de calle.

Este año, que se cumple el cuarenta aniversario del certamen, han sido la comparsa Se prohíbe el cante, de Alcalá de Guadaíra, así como la murga Los Lope de pega, el coro La rendición de los bribones y el cuarteto La Sagrada Familia, de Huelva, los que se han llevado el primer premio en sus respectivas modalidades. Una edición más, la falta de puntualidad ha sido la nota destacada, la final del concurso comenzó media hora más tarde de lo previsto.

Es el de este año un carnaval marcado por los guiños, como el realizado a la saga Harry Potter por la alcaldesa de la capital onubense, Pilar Miranda, y parte de su equipo de gobierno, al acudir a la final del certamen disfrazados, ellas de brujas y ellos de Harry Potter, en el caso de Nacho Molina, concejal de Cultura y Patrimonio Arqueológico, y de alumnos de Hogwarts, el resto, una manera de mostrar el apoyo del Ayuntamiento al Carnaval de Huelva y al mismo tiempo ponerse en el tipo de lo que fue noticia nacional: un supuesto ritual de sahumerio en dependencias del Consistorio, una cuestión que el Grupo Mixto llevó a la sesión plenaria y que el portavoz del equipo de gobierno, Felipe Arias, negó entonces que se hubiera hecho.

También parece ser que se le quiere hacer en Huelva un guiño a la Batalla de las Naranjas de Ivrea, una de las tradiciones más populares del carnaval de esta ciudad italiana, en la que los participantes se lanzan naranjas unos a otros, eso es lo que parece que se ha librado en muchas de las calles de la capital onubense, en las que hay numerosas naranjas esparcidas por la vía pública, gran parte de ellas aplastadas por el paso de vehículos. La única diferencia es que en Ivrea se limpian las calles una vez que tiene lugar la batalla, y en la capital onubense, las naranjas caídas de los naranjos que se plantaron como árboles ornamentales no se recogen de aceras y calzadas, donde permanecen días.

En Ivrea la Batalla de las Naranjas dura tres días, esperemos que no se demore mucho más la retirada de las naranjas de las calles de Huelva.

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