Ayuso triunfa en Granada

Al final, la ovación fue tan larga e intensa que Moreno intentó cortarla tres veces antes de conseguirlo

El efecto Ayuso funciona en Andalucía. Fue la estrella en el inicio del congreso regional del PP que se celebra en Granada. Entusiasmó a los delegados; la interrumpieron con aplausos doce veces durante una intervención. La presidenta de Madrid trajo a Andalucía su guerra particular con la dirección nacional del PP. Le pidió al presidente Moreno que no convoque elecciones en función de los intereses de (sin citarla) Génova, que vuele libre, que tome sus propias decisiones. Y por si no había quedado claro su consejo añadió: "he leído que te puedes desgastar, pero sólo se desgasta quien se comporta como una marioneta, quien no es valiente, quien no tiene ideas claras ni un rumbo fijo".

La posibilidad de un adelanto electoral planeó en el congreso. Por ejemplo en la intervención del teórico número dos del Gobierno andaluz, Juan Marín, de Ciudadanos, que protagonizó una escena de sofá con Elías Bendodo que al principio parecía copia del estilo de los dos compadres:

-Aquí estamos, Juan.

-Te tengo que aguantar todos los días.

Bendodo y Marín intervinieron juntos. El saludo de bienvenida del hombre fuerte del Gobierno andaluz al jefe de lo que queda de Cs fue una premonición, "recibiendo con los brazos abiertos" al vicepresidente de la Junta. Esa frase es compatible con darle el carné, un Andalucía Suma, unas listas conjuntas... En una entrevista en el diario Ideal, Juan Manuel Moreno se declaraba ayer "dispuesto a sumar" y no descartaba la lista única. Para que nadie diga, Marín hizo el ademán de marcar alguna distancia física mientras viajaba en chester con Bendodo. Y habló del futuro, dando por hecho que va a seguir la fórmula de gobierno de coalición PP-Cs. Si usamos un símil taurino, su actuación mereció palmas de cortesía.

Todo lo contrario que Ayuso, que actuó con los presidentes de Ceuta, Murcia, Castilla León y Galicia a los que superó en el aplausómetro. La madrileña tiró de su estilo populista y enardeció a la parroquia con sus ataques al Gobierno o a Pedro Sánchez. Dijo que "del socialismo se sale", que el Gobierno quiere colectivizar a las mujeres, que en España no hay nadie al volante; que el presidente no tiene una idea de España, pero sus socios si, y quieren destruirla... Y conectó con las bases. Al final la ovación con medio congreso puesto en pie fue tan intensa y tan larga que Juan Manuel Moreno tuvo que intentar cortar la aclamación dos o tres veces antes de conseguir acallar a los asistentes. Apunta a líder nacional.

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