La esquina

José Aguilar

jaguilar@grupojoly.com

Ayudar a quien no lo necesita

Los gobernantes benefician al mayor número de electores posibles en vez de centrar las ayudas en los que las necesitan

Se ha generado una gran polémica, de ésas que proliferan en tiempos preelectorales y duran lo que antiguamente un caramelo a la puerta de un colegio, al conocerse que el vicepresidente de Madrid y el número dos del PP madrileño cobran una ayuda social (bono térmico) que ninguno de los dos necesita debido a sus notables ingresos, y el primero también a su riqueza patrimonial. Luego se supo que la denunciante, portavoz del partido Más Madrid, el de Íñigo Errejón, también cobraba la paguita. Ha pedido perdón y prometido devolverla.

Seguramente es inmoral beneficiarse de ayudas sociales disfrutando de una posición particular privilegiada. Pero no es más ético diseñar y aprobar normas que lo permiten. Es lo que han hecho gobernantes de derechas y de izquierdas durante muchos años: repartir dinero público con medidas populistas y demagógicas para beneficiar al mayor número de electores posibles, fueran vulnerables o no.

Ahí entra el cheque bebé que regaló Zapatero a todas las parturientas al final de su primer mandato. Un ingreso universal, igual para la familia del banquero que para la del parado que no llegaba a fin de mes. Después reincidió con los 400 euros en el IRPF. Entra también el descuento de la gasolina, o sea, la rebaja en el precio de los combustibles implantada por la guerra en Ucrania y la inflación, que lo mismo favorece al potentado con coche de lujo que al autónomo de la furgoneta. Y entraría igualmente el cheque cultural de Iceta, dedicado a incentivar el consumo de cultura por los jóvenes, cuyo único criterio para percibirlo es la edad, independientemente de la renta familiar o los ingresos individuales.

Todo esto es mayormente reaccionario, contrario a la justicia social y ajeno a la redistribución de la riqueza. Los políticos madrileños que han protagonizado la agria polémica actual sólo han aprovechado una norma que es injusta, la que concede el bono eléctrico y el bono térmico a las familias numerosas sin más. A todas las que tengan tres o más hijos. ¿No sería más correcto asignar las ayudas a las familias vulnerables, que lo pueden ser con menos hijos o con ninguno, en función de sus rentas? ¿De dónde sacan la idea de que las familias numerosas son, en esencia, pobres? Habrá de todo y, por tanto, se necesitan más criterios para distribuir la ayuda pública.

Si me apuran, hasta la subida de las pensiones sería justo modularla en función de la mayor o menor cuantía de cada pensión.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios