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Fernando Barranco Molina

El Arboreto del Villar

28 de diciembre 2014 - 01:00

HACE algunos años, el Ayuntamiento de Moguer me encargó la medición de todas las parcelas "de canon" que existían en su término municipal y también la cartografía de todo su territorio. Más de un año me llevé midiendo tarde a tarde por los campos de la que a mí siempre me gustó llamar "geografía juanramoniana" y me acompañaba un gran amigo y mejor persona, el funcionario del Ayuntamiento moguereño, Paco López, desgraciadamente ya fallecido y al que desde aquí mirando hacia arriba le envío un recuerdo emocionado.

Todas las tardes al volver al pueblo, teníamos que hacer una parada obligada, Paco se bajaba del coche y se acercaba a ver a sus eucaliptos, a verlos, a tocarlos, a acariciarlos y a hablarles.

Yo lo miraba incrédulo y le preguntaba cómo se le podía tener cariño a unos árboles que eran tan dañinos para la tierra y él me explicaba que eran seres vivos y que igual que muchas personas quieren a sus plantas, el quería a sus arbolitos que además los había plantado él y los veía crecer día a día. Paco López era así de bueno y de grande.

Hoy al cabo del tiempo, he visitado el Arboreto del Villar y he comprendido a mi buen amigo.

Para quien no sepa que es el arboreto, les contaré que se trata de una plantación de eucaliptos que se hizo con fines científicos, en una zona del término municipal de Bonares, junto al arroyo del Villar, en el paraje conocido como Coto de la Matilla tan conocido por los rocieros de Huelva.

Se puede ir desde Bonares por la carretera que va a la playa, y está a una distancia de unos 8 kilómetros, o bien desde Mazagón, justo por la carretera que sale desde el mismo Parador de Turismo. Esta es una carretera rectilínea y larga y al final se bifurca en dirección a Rociana y por último, a la izquierda hacia Bonares y das con el lugar.

En el año 1955 un ingeniero de Montes, llamado don Gaspar de la Lama Gutiérrez, jefe del Patrimonio Forestal del Estado en Andalucía Occidental, y que era un gran estudioso de los eucaliptos y autor de varios estudios sobre este árbol, creó este espacio plantando unas 80 especies distintas de eucaliptos que he ido a visitar recientemente.

Había oído hablar de este lugar a mis amigos de Mazagón y también a mis alumnos de Ingeniería Forestal que acompañados de su profesor de botánica habían realizado una excursión educativa, pero yo personalmente no había ido nunca y la verdad es que tenía muchas ganas, hasta que el pasado fin de semana aprovechando el buen tiempo me di un paseo por el arboreto y me enamoró el sitio.

El señor De la Lama, parceló el lugar para plantar muchas especies de eucaliptos y estudiar cuales eran los de más rápido crecimiento con fines madereros y para hacer pasta de papel y a la vez para aprovecharlos también para ornamentación.

Hoy ha quedado como un parque, para pasear, ver, y oler porque cada eucalipto tiene un color y un olor diferente. Los hay con olor a limón y flores amarillas, los hay de color rosado, blancos, grises, marrones, negros y hoy por hoy es una de las colecciones más completas de eucaliptos de Europa.

Hay ejemplares espectaculares, enormes, algunos alcanzan más de 60 metros de altura, lo que equivale a edificios de 20 plantas, preciosos, no me extraña nada que mi amigo Paco López le tuviese tanto cariño a sus árboles, porque además es un ser vivo inteligente, los eucaliptos no quieren otras especies en su mismo bosque, no quieren competencia a su alrededor, otros árboles que le roben el agua, por eso con sus propios medios, las propiedades aromáticas y herbicidas de sus hojas no dejan crecer a ninguna planta y es por eso que en sus bosques no haya mosquitos y por tanto tampoco haya pajaritos solo aves rapaces e insectívoras, y por el suelo solo conejillos, aunque yo vi también corretear perdices y un mirlo. Naturalmente no vi ningún lince pero también los hay.

La madera de este árbol se utiliza para muchos fines, la más conocida es para fabricar la pasta de papel tan utilizada en nuestra provincia en la fábrica de Celulosas de Ence de San Juan del Puerto que también contribuyó en la creación de este parque con más plantaciones en los años 60 y 70 y que ahora precisamente en estos días está dando fin a la fabricación de pasta de papel. La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía también participó y es en la actualidad quien lo cuida y lo mantiene y hay que felicitar a los profesionales que lo tienen en tan buen estado.

Allí se puede ir a pasar el día porque cuenta con un amplio aparcamiento y una zona de merendero con muchas mesas y bancos y todo muy limpio. Es un lugar ideal para ver, aprender y andar ya que hay un buen sendero muy bien señalizado.

Otra finalidad que ha tenido esta madera históricamente, ha sido la construcción de armas y escudos en la antigüedad, barcas, piraguas y elementos decorativos. Y porque no decirlo, el eucalipto tiene muchas propiedades medicinales. ¿Quien no ha inhalado sus olores, su esencia cuando se ha resfriado?

La leyenda negra que tiene este árbol oriundo de Australia no hace justicia con sus muchos beneficios, la tierra pasado unos 4 años desde su corta se vuelve a recuperar, y de eso saben bien los especialistas.

Espero con estas letras haber contribuido a paliar un poco el desencanto que siempre nos produjo las plantaciones de eucaliptos y se anime a ir a visitar quien no lo conozca todavía el Arboreto del Villar. Se alegrará y seguro que pasará un rato o un día muy agradable.

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