LA TRIBUNA

Manuel Gómez Marín

'Terminator' Alejo prueba la capacidad gestora del sumiso Abel Gómez

La metamorfosis del mercado invernal que trastorna a los clubes es la concurrencia de intereses creados de un conjunto de operaciones por las que ha de pasar la mercancía de un jugador en el intercambio de proveedores que de manera paralela incrementa el compadreo de agentes y manijeros del entorno. La última semana totalmente loca de enero se identifica como el tratado de armisticio por "imperativo legal" entre jefe y subordinado.
Daniel Alejo, director deportivo del Recreativo, activa un plan brutal de todo o nada en la consecución de mayor beneficio tras un vuelco total de su gestión frustrada de verano. El meneo que le ha dado a la plantilla 'Terminator' Alejo es correlativa a su ordeno y mando. Los antecedentes de la experiencia de la exitosa pasada temporada con el rocambolesco cierre ejecutor de técnico Alberto Gallego no rebajó su protagonismo en el máster de aprendizaje de una entidad tan exigente. Abel Gómez se ha tragado todo lo posible e imposible y está a disposición del club asumiendo una espada de Damocles de una presión superior a sus previsiones hasta final de mayo para aprobar su título de posgrado en esta universidad llamada Decano.
Y tras este maremágnum ha pasado inadvertido la final de cada jornada a la que se enfrenta el Recreativo donde ganar vale doble. El Betis Deportivo, que le dio un repaso en Huelva, a tres puntos del descenso, refuerza su ataque en enero y la mejor versión de Juan Cruz, el verdugo con tres goles en la primera vuelta. El filial bético ha perdido cuatro de sus últimos cinco partidos. El Recreativo es el segundo equipo que más puntúa fuera. ¿Cómo gestionará Abel Gómez esta presión crítica que ejerce todo lo que respira Decano? ¿Hasta qué punto responderán los siete refuerzos en la obligación contraída mediando una adaptación acelerada donde sólo sirve la victoria y empatar es un retroceso? "A quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga".

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