Querido diario:

Sabes de sobra que con nosotros el destino se pasa de bromista, por no decir otra palabra bastante más malsonante. No es algo nuevo, pero es que a veces la cosa tiene guasa: ya hasta los penaltis que nos señalan tienen que entrar después de tocar el esférico en el portero, en el larguero, volver al portero y darse la pelotita un paseíto sonriendo tranquilamente por la línea de gol hasta que se le mata y se le remata. Tela.

Yo estoy seguro, querido diario, de que tú tampoco imaginabas que nos iba a costar tanto ganar en Huelva este curso. Comprenderás que a los que nos quema por dentro ver al Decano en esta división nos han parecido algo así como cuatro millones de años luz los días transcurridos hasta ver un triunfo en casa. ¿No tendrás, por casualidad, una bola de cristal para contarnos si esto va a ser siempre así, verdad? Es por ir preparando cabeza, corazón y estómago. Te recuerdo que siempre que se consiga el objetivo aquí uno está dispuesto a soportar lo que sea -en eso ya hicimos un máster hace años-, pero así se adapta el cuerpecito cuanto antes, que eso se agradece.

Por cierto: ¿te acuerdas de Caye, ese isleño que lleva tres temporadas estando, por unas cosas u otras, precisamente como una isla en la delantera pero que, al final, es el único que realmente responde arriba? Pues el asunto sigue igual meses y meses después. El hombre lleva cinco goles en cinco partidos en un equipo que atacando no es justo la Holanda del 74, pero ahí está de nuevo. Intercede todo lo que puedas por favor, para que no pille un resfriadito siquiera. Y, ya que estamos, para que regrese Roni, que aquí necesitamos a todos tirando del carro.

¡Ah! No sé si sabes, querido diario, que se cerró hace poco la campaña de abonados y al final sólo ciento y pocos no renovaron pese al descenso y a todo el caos vivido. Esta gente está loca, sí, no tiene remedio. Aquella vez en quinta, tras la doble caída, casi llegamos a 10.000 y ahora se ha batido el récord de cuarta -y mira que por 2ª RFEF han pasado equipos gordos de localidades grandes, ¿eh?- logrando más de 13.300. Y eso, en una ciudad y provincia pequeñitas y tras una década de pánico. La proporción por habitante dice que superamos a medio mundo en España, hasta equipos en escalones muy superiores y con seguidores con eterna fama de fieles. Si tal dato lo lograran en otros lugares presumirían día tras día, hora tras hora, minuto tras minuto, de tener la mejor afición del mundo; se enterarían hasta en China, vaya, pero ya sabes, vender estas cosas no se nos dio nunca muy bien. Ojalá con los nuevos esto cambie también.

Pd.- Sí, seguimos notando ese cosquilleo cuando, como en los últimos minutos del domingo, todos cantaban lo de “te vengo a ver ascender”. Es inevitable. Qué recuerdos. Qué ganas…