La jornada de ayer cerró con ligeros movimientos en los índices europeos. A la espera de nuevas señales que anticipen la senda de endurecimiento de la Fed y del BCE, los mercados se mostraron cautos ante los positivos indicadores macroeconómicos publicados.

A pesar de confirmarse la moderación de las tasas de inflación en diciembre en Italia (+11,6% interanual) y Alemania (+8,6%), los inversores no han manifestado mayor apetito por el riesgo. La mejora del índice de confianza inversora ZEW, que entró en terreno positivo por primera vez desde febrero de 2022 tanto en Alemania como en la Eurozona, es reflejo de la mejoría de las bolsas en los últimos meses. Una mejora de la confianza empresarial (aunque sigue en niveles bajos) que se une a las mayores expectativas de los consumidores y a la fortaleza del mercado laboral como argumentos para que el BCE continúe con su senda de endurecimiento de la política monetaria. En contraste, la encuesta de CEOs de PwC presentada ayer en Davos muestra el pesimismo con el que éstos afrontan 2023, donde más del 70% espera un empeoramiento de la coyuntura económica. No obstante, el 60% de los CEO no estaría considerando reducir las plantillas de sus empresas, mientras que el 80% no se plantea rebajar la remuneración a sus empleados.

En España, el Íbex 35 cerró por debajo de 8.900 puntos avanzar únicamente un 0,15%. Las mayores revalorizaciones se situaron en Cellnex (2,63%), Acciona (2,48%) y Solaria (2,16%). En contraste, las mayores caídas se registraron en Grifols (-2,59%), Enagás (-1,24%) y Merlin (-1,02%).

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