Juanma G. Anes

¿Enterrar al pionero?

La Platea

Firmaba Marisa Fernández Serrat en este mismo diario una curiosa columna relacionada con el Recre y con el futuro de la entidad albiazul. Mostró varias puntualizaciones interesantes, pero otras no se sostienen. Esgrimía, por ejemplo, que las aportaciones realizadas por el Consistorio no han mejorado la situación, sino al contrario. Veamos: sin expropiación no habría hoy Recre; sin el levantamiento del embargo nada tenía sentido; sin las últimas transferencias la inestabilidad hubiera sido tremenda y, por si fuera poco, incluso están listas hasta las cuentas del periodo más oscuro de la historia del Recreativo, vital para una futura venta. Por cierto, se ha sacado ya tres veces a la venta la entidad y cada aspirante que se acercaba era más triste que el anterior. El consejo (jugándose lo suyo) está poniendo todo en orden, algo que parecía imposible, y los pasos dados son fundamentales para un futuro decente. Tampoco hay hoy atrasos en los pagos corrientes…

También comentaba Fernández que al Decano se le mima en exceso, y yo creo que ese mimo no es gratuito. Seguro que ella comprobó lo que el viejo Recre generó a su alrededor hace unos años en el peor momento de su historia, nada de en Primera o luchando por ascender, que también. Y puede echar un vistazo a las manifestaciones recientes vividas en Huelva y compararlas con la del 22 de octubre de 2015. ¿Hay que velar por muchas cosas además de por un BIC como el Recre? Sin duda, pero siempre digo lo mismo: mientras se gasten de mis impuestos (y no me refiero sólo a nivel municipal) un dineral en plataformas y observatorios absurdos, se destinen millones a cargos públicos innecesarios, miles de millones a mantener televisiones públicas partidistas, mientras aparezcan ministerios y consejerías como setas para que todo amiguito tenga su carguito o mientras en otras provincias se despilfarren cientos de millones en proyectos faraónicos (no hay mejor ejemplo que lo de La Cartuja), a mí no me molestará ni una micra que el ayuntamiento de mi tierra vele por la supervivencia del club de fútbol más antiguo de España, porque ya tendrá que ser importante ondear la bandera de la cuna del fútbol cuando hay quien fantasea mostrando como propio ese título honorífico que nunca será suyo.

Aplaudí la primera etapa de Pedro Rodríguez que permitió rescatar al Decano (su etapa final no hay quien la sostenga) y aplaudiré a Gabriel Cruz y a todos los concejales, sean quienes sean, que le acompañen en el mantenimiento de esta seña de identidad; eso sí, con control de cada uno de los euros que se destinen al Decano y teniendo siempre como fin la estabilidad, una identidad propia y la venta a unas manos adecuadas (si son de Huelva, mejor). No creo que haya que echarle el candado al club, señora Fernández; por mucho que me doliera, lo comprendería cuando también se le echara el candado a todas las cosas superfluas a las que se les destina un euro desde hace décadas. Y las penurias de Huelva no nacieron jamás por culpa del Recre. Estaría bueno.

No soy rociero, ni muy semanasantero; no entiendo ni papa de carnavales, pero me encanta ver a los políticos de aquí desvivirse por esas manifestaciones, al igual que ver cómo se sigue apostando por el Iberoamericano y por todo lo que tenga sello onubense.

Sí soy del Recre y adoro ver, como he visto, a dos ediles de dos partidos completamente opuestos jugársela por el Decano. Ellos están en la obligación de jugársela por las infraestructuras, la sanidad y mil cosas más, pero jamás echaré en cara que hagan lo imposible por seguir manteniendo con vida a un escudo centenario que nos une como pocas cosas. Y no hablemos de lo que le entregó el club a la ciudad con céntricos terrenos, de lo que le hicieron a la entidad con el caso estadio o de la promoción que le da el Recre a la provincia. Demasiado roban y pisotean a Huelva, con mentiras incluso, desde fuera, como para entregar en bandeja de plata el decanato del fútbol español a nadie. Eso, al menos, no sin mi humilde oposición. Y seguro que con la oposición de otros cuantos miles también.

stats