La Junta mantiene bien controlada a la deuda. En la comparativa con el resto de las comunidades autónomas, Andalucía está muy bien posicionada. Y esta prudencia en la gestión ha dotado a nuestra región de una solvencia y credibilidad (la calificación que le otorga Standar&Poor’s es A, la más alta desde 2012), que le permite financiarse en los mercados financieros sin ningún problema. No puede consentirse de ninguna forma que ahora este buen comportamiento sea penalizado en favor de Cataluña, endeudada hasta las cejas y dependiendo por completo de que el Estado español –ese Estado del que tienen la desvergüenza de renegar– le suministre financiación.

En términos absolutos, los andaluces deben 38.649 millones de euros, lo que representa un 11,9% de la deuda autonómica total (325.234 millones), cuando su población representa el 17,9% del total nacional. Así, la deuda per capita en Andalucía se sitúa un 33,7% por debajo de la deuda per cápita media autonómica: cada andaluz debe 4.502 euros, cuando un español de otras regiones debe por término medio 6.787 euros (en Cataluña, 11.000 euros por habitante).

Medida frente al PIB, la deuda andaluza supone el 19,8%, un 2,4% por debajo del valor medio del conjunto español para esta ratio, que se elevó a 22,2% a 31 de diciembre de 2023. Si contemplamos los últimos seis años, Andalucía siempre ha mantenido entre un 2,2% y un 3% por debajo de la media del conjunto nacional, y se sitúa lejísimos de la ratio de Cataluña, cuya deuda se eleva al 31% de su PIB. Expresada respecto a los ingresos corrientes de su Presupuesto, la deuda andaluza asciende al 108%, inferior en un 50% a la media de las comunidades autónomas (158%) a 31 de diciembre de 2023.

Gran parte de la financiación de las CCAA es vía Estado, a través del Fondo de Financiación a las comunidades autónomas, que incluye el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), que se hizo necesario tras la crisis financiera de 2008. Andalucía fue la comunidad que lideró en 2018 el camino de ir desvinculándose de forma gradual de la dependencia del Estado, volviendo a salir a los mercados. Actualmente, la deuda de Andalucía con España supone el 15,8% de su PIB, cuando la deuda de Cataluña con España supera el 31,9% de su PIB.

Las necesidades de financiación en Andalucía para 2024 ascienden a 3.874 millones de euros. De ellos, 3.000 millones se captarán mediante emisiones de valores, colocaciones privadas y préstamos de entidades financieras nacionales e internacionales. El pasado mes, la Junta realizó la primera emisión de este año. Se adjudicaron 750 millones de euros de bonos a 10 años, ante una demanda de más de 2.500 millones de euros por parte de 80 inversores internacionales. El tipo medio de interés fue del 3,4%, sólo un 0,27% más que el que consigue el Tesoro español.

La defensa de esta buena gestión debe ser defendida con uñas y dientes no sólo por el Gobierno andaluz actual sino por todos los partidos políticos presentes en el Parlamento y por cada uno de los andaluces. No podemos consentir que se perjudique a nuestra región en favor de Cataluña; tampoco que se beneficie a esa región que tan mal lo ha hecho, creando unos inventivos perversos en este asunto tan delicado como es la gestión de la deuda.