Cultura

El órgano de Castaño del Robledo, tesoro patrimonial onubense

  • En 1750 se inicia la fabricación del órgano de la iglesia de Santiago el Mayor

El órgano restaurado de Castaño del Robledo.

El órgano restaurado de Castaño del Robledo. / M.G. (Castaño del Robledo)

El vecino de Castaño del Robledo de origen portugués Don Antonio Suárez Da Franca Corte Real dejó en su testamento de 1742 la prerrogativa de que se construyera en la iglesia de Santiago el Mayor de Castaño del Robledo un órgano para el que disponía la cantidad de seis mil reales.

A Francisco Pérez de Valladolid, maestro organero del arzobispado de Sevilla, se le encargó la construcción del órgano y debía ser él mismo quien diese el visto bueno al instrumento una vez acabado. A pesar de que el albacea del testamento de Suárez Da Franca, don Francisco Muñiz, insiste en que la iglesia no es muy grande pues dispone de un solo cañón y su media naranja, el presupuesto de Pérez de Valladolid asciende a diez mil reales, por lo que se piensa en otro organero, que asume la labor por el presupuesto original: el maestro Francisco Ortíguez, que había colaborado en la construcción del gran órgano monumental de la Catedral de Sevilla. Y en 1750 inicia la fabricación del órgano de la iglesia de Santiago el Mayor.

Todo transcurría con normalidad hasta que en abril de ese año Pérez de Valladolid se entera de que la construcción está en curso y manda detenerla ya que, a su juicio, no era posible efectuarla con ese limitado presupuesto. Comisionado el vicario de Aracena, Sebastián Guerra Gordo para tal fin, todo se paraliza y son Francisco Muñiz y el propio Ortíguez los que se convierten en fiadores del órgano, que finalmente terminó de construirse y fue visado por Pérez de Valladolid el 21 de octubre de 1751.

Se comenta que Ortíguez pudo acometer la fabricación del órgano con el legado de Suárez de Franca porque empleó materiales de segunda mano, especialmente las tuberías que provenían del antiguo órgano de la Catedral de Sevilla del siglo XVI. Éste, que era un instrumento emblemático de la época hecho por uno de los más prestigiosos organeros de Amberes, fue sustituido por el actual órgano que hoy se encuentra en el templo sevillano. Francisco Ortíguez trabajó como organero de la Catedral de Sevilla hasta 1740. Allí se ocupó de desmantelar los antiguos órganos que había fabricado el flamenco Maese Jorge entre 1567 y 1579 para acoger a los nuevos instrumentos que estuvieron en construcción en el periodo comprendido entre 1725 y 1740. De ahí que se albergue la hipótesis de que Ortíguez hubiera utilizado aquellos tubos viejos para construir el instrumento de Castaño. Estos tubos en el siglo XVIII se consideraban toscos y de una sonoridad desfasada; sin embargo, Ortíguez valoró que resultarían adecuados en una iglesia de un recóndito pueblecito de la sierra de Huelva.

Gerhard Grenzing Gerhard Grenzing

Gerhard Grenzing / M.G. (Castaño del Robledo)

Entre la nómina de organistas que ha tenido el instrumento de la iglesia de Santiago el Mayor figuran cronológicamente: Hipólito Martín Cabeza, Vicente Garay, Benigno Sánchez, Fray Servando Márquez, Manuel María y Fernando González. El año 1864 consta como finalización de uso del órgano.

Después de largos decenios en que el abandono del instrumento hacía presagiar lo peor, el organero Gerhard Grenzing lleva a cabo su reconstrucción, entre los años 2005 y 2007 con el auspicio de la consejería de cultura de la Junta de Andalucía y su campaña “Recuperación de la organería barroca” perteneciente al plan “Andalucía barroca 2007”. De todas las partes del órgano la tubería era lo único que se conservaba en óptimas condiciones. Gracias a la abundancia de documentos conservados de Ortíguez y Pérez de Valladolid, se pudo reconstruir el sistema de fuelles con ruedas, el teclado de boj y granadillo además de la disposición original de registros. El órgano consta de un teclado de cuarenta y cinco notas y octava corta; respecto a registraciones incluye tapadillo, veinte y dosena, trompeta real, lleno, corneta en eco, tambor en re, timbal en la y pájaros. Su diapasón está a cuatrocientos veintidós herzios.

El órgano de Castaño del Robledo volvió a sonar en la iglesia de Santiago el Mayor en otoño de 2007 en un concierto a cargo de José Luis González Uriel, éxito revalidado en otra velada, con música portuguesa de la mano de Evora Jo´o Vaz ese mismo año. En 2008 durante la Muestra de música antigua “Castillo de Aracena” participó el organista y profesor Andrés Cea. Desde su reinauguración no cesan los conciertos y los encuentros religiosos. La sociedad es más consciente de este instrumento fabricado por Francisco Ortíguez y reconstruido por Gerhard Grenzing. Quizá este órgano sea uno de los únicos órganos europeos que conserve tubería y sonoridad anteriores al siglo XVIII, lo que lo eleva a la categoría de tesoro patrimonial y espécimen único de la música sacra barroca.

Se recomienda escuchar en YouTube el Tiento de segundo tono de Antonio De Cabezón, un extracto del disco titulado Suavidad y extrañeza con música de ese autor a cargo de Andres Cea.

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