Cultura

El cajón que cambió el flamenco pierde a su principal maestro, Rafael Santa Cruz

Si Paco de Lucía fue "el embajador del cajón en el mundo", como a menudo se refirió a él Rafael Santa Cruz, este maestro peruano, fallecido la madrugada del lunes al martes por un paro cardiaco, fue su ministro principal tras una vida dedicada al estudio y difusión del instrumento que hace 30 años cambió el flamenco.

Investigador, profesor, músico y actor, Santa Cruz, nacido en Lima en 1960, había acumulado con los años un conocimiento difícilmente equiparable sobre el cajón peruano y, como tal, era uno de los principales atractivos del inminente festival del Cante de Las Minas de La Unión, en Murcia, donde estaba previsto que el músico protagonizara un homenaje al genio de Algeciras.

Gracias a las investigaciones de Santa Cruz, por ejemplo, se sabe que el cajón se originó en el antiguo distrito del Rímac, a unos pasos de la Plaza de Armas limeña, y que se remontan aproximadamente al inicio de la Independencia del país, en 1821, en un entorno árido y humilde, falto de madera para fabricarse un tambor al uso, lo que llevó a sus habitantes a sustituirlo por algún mueble viejo con esta forma; también que hasta los años 30 del siglo pasado se empleaba cualquier material en su elaboración y que a partir de los 50 comenzó a extenderse el uso del cedro, una de las maderas nobles que lo vistieron de gala para presentarse al mundo ya en los 80.

"Lo mejor que le puede pasar a un instrumento musical es que deje de tener una nacionalidad y se convierta en un instrumento universal", repetía Santa Cruz. Junto a su hermano Octavio, formó el conjunto Los Hermanos Santa Cruz & Afroperú y publicó cuatro álbumes: Eribo Maka Maka (1991), Sin límites (1992), Afroperú (1995) y Hermanos Santa Cruz Grandes Éxitos (2000).

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