El carisma de los Pelayo viene pisando fuerte

xv festival de málaga

Eduard Cortés logra una gran acogida en la inauguración con su recreación de la historia de una familia que desafió a los casinos

El elenco mezcla a los veteranos Eduard Fernández y Lluis Homar con los jóvenes Blanca Suárez, Daniel Brühl y Miguel Ángel Silvestre.
Rocío Armas /Málaga

22 de abril 2012 - 05:00

Una buena historia sobre la mesa, el elenco perfecto y un director con ínfulas "peliculeras". Con estos alicientes, Eduard Cortés reveló ayer las razones que le llevaron a dejarse seducir por la familia Pelayo. La misma que puso en jaque en los años 90 a la banca de los grandes casinos de todo el mundo con un método infalible y legal. The Pelayos inauguró ayer el Festival de Cine Español de Málaga con una cinta de ambiciones y sueños que supo mantener el ritmo de principio a fin, y que logró elevar las expectativas del respetable en lo que es capaz de deparar el cine español de hoy -y el que ha pasado por las 14 ediciones del festival-.

La primera sorpresa del certamen reveló al espectador una trama bien hilvanada, efectista, con una banda sonora y estética impecables y, sobre todo, supo colocar a Eduard Fernández y Lluis Homar, donde les corresponde: en estado de gracia.

Cuando hace seis años los productores le propusieron la recreación fílmica de este singular clan, Cortés no lo dudó un instante. "Conviví un tiempo con la familia, con sus anécdotas y estados de ánimo y regresé con una energía muy positiva y sintiendo que tenía que transmitir esa fascinación por los casinos" y, por qué no, soñar "que hubiera estado muy bien ser un Pelayo de aquella época", comentó el director de cintas como La vida de nadie (2002) y Otros días vendrán (2005), que ha estado seis años madurando este proyecto.

Tras los momentos estelares -que no protagónicos- de Lluis Homar y Eduard Fernández, lo que queda de pantalla lo cubren con dignidad medida Daniel Brühl, Blanca Suárez, Miguel Ángel Silvestre, Oriol Vila, Vicente Romero, Marina Salas y una desconocida Hui Chi Chiu en su convincente papel de femme fatale.

Más allá de la seducción del juego y el dinero, The Pelayos se esfuerza en contar la consecución de un sueño: "demostrar que el débil puede derrotar al grande", detalló su responsable. Una "ingenuidad" consentida y un "guiño" al espectador "para que recupere esas ganas de ser capaz de conseguir lo disparatado", añadió Cortés. Ese grande al que los Pelayo derrotan no es otro que Eduard Fernández, apodado La Bestia, y propietario del casino donde comenzó a jugar Gonzalo García Pelayo (Lluis Homar) y donde sus herederos toman ahora la revancha."Le he pedido a Eduard (Cortés) que, si hay segunda parte, que me cambie de bando. Porque también quiero ser un Pelayo", bromeó el actor.

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