Cultura

Trapiello reúne sus artículos como "baluartes contra el lugar común"

  • Son textos de "desamparo y melancolía" y con una cierta "semilla poética", dice el autor

Andrés Trapiello publica, en la granadina colección de La Veleta (Comares), dos nuevos volúmenes de artículos, un género que considera debiera ser "un baluarte contra el lugar común", de ahí uno de los títulos de estos dos volúmenes: Los Baluartes. Ni tuyo ni mío es el título del otro volumen, que sucede a otros publicados en la misma colección, también de artículos, con títulos tan suyos como Ya somos dos, Naranjas de la mar y Más o menos, todos ellos fruto de los casi 16 años que lleva escribiendo un artículo semanal para un suplemento dominical [que se entrega con Diario de Sevilla].

Trapiello escribe estos artículos durante las mañanas de los domingos, cuando regresa del Rastro, y "siempre de un tirón". "Este hecho les confiere a todos, creo yo, un gran relativismo. Del Rastro es imposible venir con verdades absolutas", dice. Luego los somete a dos o tres correcciones y, cuando los reúne en libro, a otra más, porque "un artículo es algo más que una estampa; no debe perder esa impronta de estampa pero tampoco quiero que pierda lo que tenga de semilla poética".

Estos artículos no suelen obedecer a cuestiones de "actualidad u oportunidad", entre otras cosas porque ha de entregarlos 20 días antes de su publicación. Sobre el aire de "desamparo y melancolía" que reconoce que transmiten estos textos, Trapiello señala que "eso forma parte de la naturaleza del escritor", pero no es deliberado, sino que más bien se debe a su creencia de que "uno ha de leer con entusiasmo y escribir con escepticismo". Por ese motivo, apostilla: "Lo malo es cuando sucede al revés, que lo que se escribe con entusiasmo se termina leyendo con escepticismo".

El autor, además, se muestra satisfecho de que nunca en estos 16 años de artículo semanal le hayan puesto ninguna cortapisa sobre sus temas. Trapiello cita a Woody Allen al decir que "basta escribir contra los judíos para que te manden cartas de protesta desde todo el mundo; hay dos asuntos que no se pueden tocar, uno es el Opus Dei, y el otro el Estado de Israel, no se puede escribir de ellos si no es de manera completamente adhesiva. Si no es así, te tachan de antisemita o de antirreligioso, y yo no soy ni lo uno ni lo otro".

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