Sicaria

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Sicaria

29 de septiembre 2011 - 05:00

CineBox Aqualon Puerto Huelva y Al Andalus Punta Umbría.- Producción: Francia y Estados Unidos, 2011.- T.O.: 'Colombiana'.- Duración: 108 minutos.- Dirección: Olivier Megaton.- Guión: Luc Besson y Robert Mark Kamen.- Fotografía: Romain Lacourbas.- Música: Nathaniel Méchaly.- Intérpretes: Zoë Saldana, Amandla Stenberg, Cliff Curtis, Michael Vartan, Jordi Mollá, Lennie James, Claumm Blue

Cuando vimos Sicario (1994), del realizador venezolano José Ramón Novoa, que fue premiada con el Colón de Oro del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva de 1995, entre otros galardones conseguidos en viversos certámenes internacionales, tuvimos la verdadera dimensión de la personalidad del esbirro asesino que, de una u otra forma, se había atisbado en otras visiones más o menos directas del ámbito delincuencial de Venezuela y Colombia. De hecho, más recientemente lo tuvimos en el Festival onubense del pasado año en la película también venezolana, Hermano (2010), de Marcel Rasquín, así mismo galardonada justamente, y una de las pocas películas de la órbita iberoamericana que han tenido el honor del estreno comercial en España.

Ahora esta coproducción francoestadounidense producida por el prolífico y poderoso productor guionista y realizador cinematográfico francés Luc Besson, una vez más aquí coautor del guión, nos lleva a ese mundo de los sicarios sudamericanos con bastante menos convicción y naturalidad que en los casos citados. La historia nos sitúa en Colombia, el año 1992, Cataleya, una niña de nueve años, huye a Estados Unidos junto a su tío Emilio tras presenciar el asesinato de sus padres, perpetrado por los secuaces de un tal Luis Sandoval. Con el tiempo su tío se ha convertido en un gangster que instruye a su sobrina en el arte de matar, haciendo de ella una asesina profesional. Pasados los años la niña, ya una mujer, ahondando en su pasado, decide buscar a los ejecutores de sus padres para vengarse, sacrificándolo todo con tal de conseguir su inexorable objetivo.

Tratándose de una idea de Luc Besson nada puede extrañar que la película despliegue todo un elenco incontenible de persecuciones, violencia, tiroteos, que nos recuerda, más que a la propia naturaleza de los sicarios de tan conocido entorno criminal, las reminiscencias claras de sus películas Nikita, dura de matar (1990), León, el profesional (1994), sobre todo en el personaje de la niña y la trepidante saga Transporter (2002), cuya tercera entrega la dirigió el mismo Olivier Megaton, director de la que hoy nos ocupa.

El resultado es el que cabía esperar: una manipulación manifiesta y mal disimulada del escenario propio del personaje y su ambiente natural, emprendiendo uno de sus clásicos relatos de acción, violencia desmesurada en mayores dosis físicas que verbales, tipos mal encarados y furiosos y una figura femenina, encarnada por Zöe Saldana a la que todos recordarán de Avatar (2009) pero más cercana a la citada Nikita de Besson, agresiva y sensual, propiciando la vertiente erótico-violento del personaje. La fotografía recuerda a las prácticas habituales del videoclip para acentuar la celeridad de las imágenes y la música con algunos hallazgos inesperados pero muy oportunos. En suma, la clásica aventura trepidante de Luc Besson.

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