La amistad no se mide en kilómetros, sino en sensaciones. Eso deben pensar el moguereño Pablo Sánchez García y el mítico roquero estadounidense Elliot Murphy, que han creado una bonita relación amistosa pese a estar separados por cerca de 6.000 kilómetros. La admiración que sienten el uno por el otro les ha llevado a compartir pluma en la novela Dorothy y el descubrimiento de América, coescrita por ambos y que vio la luz a finales de noviembre.

Cuatro manos construyen el relato inteligente, complejo y divertido del profesor de física Luis Torres, que llega al lector al descubrimiento de América para hacer realidad su excéntrica teoría, capaz de condensar en el presente la Historia y la literatura. Pero entonces, "la arrolladora Dorothy y la voluptuosa Alice —asistente de Luis en Oxford: una actriz porno retirada con un máster en física cuántica— harán que el protagonista se sienta abrumado por el vigor de dos fuerzas femeninas dominantes", explican los autores, quienes destacan una "comedia inteligente, y un punto surrealista, para lectores sin prejuicios".

Pablo Sánchez, cuyo seudónimo es Peter Redwhite, es un joven moguereño que se desempeña como ingeniero de telecomunicaciones. Seducido por la escritura desde sus tiempos de instituto, el onubense se introdujo en un mundo apasionante que le permite sumergirse en un mundo de ficción a través de su pluma. 

Declarado un gran admirador de Elliot Murphy, quien tiene más de treinta álbumes a sus espaldas y está considerado un autor de ficción prolífico, Pablo Sánchez se acercó un día a una presentación de un documental del músico en Madrid. No lo dudó y le explicó que él también escribía y que quería hacerle llegar uno de sus trabajos. Tal fue la buena impresión que le causó, que Murphy quiso leerle y así se lo hizo saber. Tiempo después, un correo llegó a la bandeja del moguereño, quien se topó con un mensaje muy positivo por parte de su ídolo. Le había encantado su obra y veía con buenos ojos coescribir con él.

Comenzaron así una relación de amistad a través de correos electrónicos y fue en el confinamiento cuando un cuadro del padre de Pablo Sánchez dio forma a la idea de Dorothy y el descubrimiento de América. El moguereño, cautivado por una de las obras artísticas de su padre, decidió enviarle una foto a Elliot Murphy, quien comenzó un relato a partir de esa única imagen. 

Poco a pocos ambos autores comenzaron un intercambio de textos que, finalmente, derivaría en una obra ecléctica y curiosa y que tiene como eje el descubrimiento de América. "Es una novela que, además, va en contra del revisionismo histórico, es decir, con juzgar la historia con los criterios actuales", subraya Peter Redwhite a este diario. 

Tanto Peter como Elliot manifiestan estar muy felices con el resultado final de la obra y así lo evidencian las múltiples críticas positivas que han recibido en menos de un mes. Aun así, explica Pablo Sánchez, "queremos llegar a más gente y, por ello, en los próximos meses, trataremos de hacer actos con los que dar a conocer la novela y con los que los lectores nos puedan conocer a nosotros también", finaliza.