Un Espartaco de Puerta Grande, dos contertulios de mucho calibre como fueron Antonio Ramírez de Arellano y el escritor e historiador almonteño Juan Villa dejan mimbres suficientes y elocuentes para armar un canasto de sensaciones muy bonitas en el salón principal del Casino La Paz, en pleno corazón de Almonte.

Lleno de tarde grande y expectación por esa segunda acometida con el que la peña taurina Fernando De Toro quiere añadirle miradas a la Fiesta. Miradas libres de prejuicios y en esa búsqueda de respuesta que la Fiesta demanda por sí sola hoy en día.

Literatura, ciencia y torería enmarcan esas casi dos horas con todo vendido en taquilla y esperando encontrar opiniones válidas donde justificar el sentido de esta afición al toro.

Emilio Gil, presidente de esta peña ejerció una cálida bienvenida hacia cada uno de los componentes de la esa mesa presidencial. Pronto llegarían las primeras impresiones de la noche desgranando Juan Villa la importancia y relación del mundo del toro con la novela. Análisis válido de quien proclama en gran parte de su obra literaria un intenso conocimiento del espacio de Doñana.

Cubierto el tercio literario, el catedrático Antonio Ramírez de Arellano dejaría esa impronta del científico que mira sin complejos una Fiesta en la que conjuga un especial conocimiento y afición sobre la lidia y sus protagonistas. Entre Newton, leyes físicas y términos de una ciencia de la que Ramírez de Arellano ha hecho profesión estuvo un ameno pasaje de la noche que irremediablemente acabó rematando en el temple y la importancia del toro y el torero dentro de la sociedad donde perviven y a la que indudablemente aportan cosas.

Junto a todos esos jugosos pasajes en una sala abarrotada de silencio y público vino a Espartaco a dejar interés sostenido en su intervención. Espartaco explicando al Juan Antonio Ruiz Román y eso fue una auténtica delicia y de una profundidad y humanidad que marca muy intensamente esta noche almonteña.

El torero sevillano desgranó aquella visión de chiquillo en torno a un padre que era torero “y al que recordaba muchas veces en el hospital a causa del toro”... asentó Juan Antonio hasta dejar llegar esa impronta que tanto le significó en los ruedos: su gallardía y pasión frente al toro. Espartaco fue pura pasión para dejar explícito el papel del aficionado como defensor del toro. El de Espartinas dejó gratos y muy personales momentos en una noche donde Almonte a través de la peña Fernando de Toro dejó patente su compromiso con la Fiesta.

Palos: pregón y charla

Juan León

El otro punto taurino de este pasado viernes lo argumentó Palos de la Frontera a través de su peña José Doblado. Programa doble en cuanto que pregón y charla taurina vinieron a darse la mano de forma brillante en cuanto a sus protagonistas.

Era Juan León, a la sazón presidente de la plaza de toros de la Merced, quien llevó a cabo esa tarea de pregonar al Palos taurino. Décimo primera cita pregonera donde el protagonista tras la presentación que de él hizo Manuel Fraile, secretario de la citada peña, trazó las líneas de su evocación en torno a los recuerdos personales que dejan en su vida las figuras de su padre Pepe León, y de su abuelo Antonio Lozano, que le inculcaron la afición.

Pregón en verso que se inicia con la fundación de Palos de la Frontera, pasa por el Descubrimiento, por una bucólica descripción de su mar, de su Rio Tinto, de sus senderos…

Para acabar en el Coso del Descubrimiento donde la tauromaquia hunde sus raíces.

Intervención en la que León concreta un recorrido por la tauromaquia desde Pedro Romero hasta la actualidad repasando también las mutuas aportaciones del toreo y las artes con una parte final reivindicativa y muy aplaudida.

Antes de todo, Cástulo Moreno, presidente de la entidad, había dejado puesto en suerte el pertinente saludo de bienvenida y acogida para los presentes.

En medio de todo, como precioso nexo de unión estuvo el cante de Tania Cumbreras acompañada al toque por Antonio del Carmen.

Más tarde, Alfonso Leandro reivindica en su entrevista la figura de Curro Díaz.

Tras un panegírico y un video de sus actuaciones, disecciona su carrera desde aquel primer tentadero que el de Linares define como “flechazo”, sin escuela, con su padre y su Opel Cadet con una eterna cinta reversible de Paco Toronjo, José Fuentes como referente por su halo de torería y su facilidad para el toreo; José Mari Manzanares como arquetipo soñado desde que lo vio en Linares. Llegaría luego la conversación por terrenos de encastes y acabar sobre la figura de su apoderado diciendo que eligió a Jorge Buendía porque era la persona con los valores de profesionalidad y torería que siempre ha buscado y además viejo amigo.

Cerraría el acto el alcalde, Carmelo Romero anunciando toros para el día 22 de Abril y mostrándose como defensor del mundo del toro por su verdad y augurando que el mundo del toro se recupera y vuelve a tener presencia importante en la sociedad.