Manu Trillo: "La marisma es el ecosistema más rico del planeta"

El biólogo sevillano recrea en ‘La Marisma’ a los protagonistas, la dureza y la riqueza que conviven en el Parque de Doñana

Naturaleza y antropología: dos maneras de mirar a Doñana

El biólogo y cineasta Manu Trillo (Sevilla, 1975).
El biólogo y cineasta Manu Trillo (Sevilla, 1975). / Juan Carlos Muñoz

Las costumbres, el habla, el trabajo y las tradiciones se entrelazan en la película documental La Marisma, una cinta producida por La Claqueta que lleva la firma del biólogo sevillano Manu Trillo (1975). Su mirada profundiza en los 10.000 años de existencia del Parque de Doñana. Un lugar cuya riqueza lo convierte en singular y su historia lo hace único.

Pregunta.La Marisma arranca con su milenaria vertiente mitológica, en la actualidad representada por todo lo que supone la romería de la Virgen del Rocío, así como su reconocimiento como Parque Natural.

Respuesta.Mi planteamiento es el del bajo Guadalquivir, de la marisma que conocemos como Doñana, pero que en realidad se llama Gallega. Evidentemente, si se conserva hoy es gracias a la fundación del Parque Nacional del 69, que frenó el avance del arroz por el norte y el del eucalipto por el oeste

P.En su película no hay un narrador al uso, son los propios protagonistas y las imágenes las que toman la palabra.

R.Yo vengo de la fotografía y siempre trato que la imagen se complete dentro del espectador. Es un planteamiento a nivel estético, conceptual y que el espectador tenga tiempo para aburrirse, incluso, para después ver las conexiones. Son imágenes poderosas, que al principio de la película señalan los planteamientos conceptuales a desarrollar.

Podríamos sacar más a la naturaleza si dejáramos que volviera a sus orígenes"

P.También es llamativo que el presente aparezca en blanco y negro y los recuerdos en color.

R.La tensión del presente está rodado en blanco y negro. El color es por respeto a los archivos, que son entre los años 60 y 80. El blanco y negro refuerza la estética clásica que yo utilizo. Yo ruedo todo con un objetivo fijo de 35 mm, Estética, pero también temporalidad. El blanco y negro te deja navegar más entre el presente, pasado y futuro.

P.Un personaje, un señor mayor, dice: “Esto ya no hay quien lo conozca”.

R.En las últimas décadas, Doñana ha sufrido una gran transformación, se ha desvinculado del estero y ya no tiene la misma relación con el río. Determinadas especies vegetales han colonizado espacios que no les corresponden. Personas que van con asiduidad a la marisma desde hace cuarenta años han sido testigos de su transformación.

P.Una señora que aparece en La Marisma se refiere a una vivienda como “la casa de los señoritos”.

R.Eso es parte de nuestra cultura, ¿no? Es lo que podríamos definir como servidumbre voluntaria. Dentro de la dureza en la que vivían, se supone que no les faltaba de nada. Hablamos de la posguerra, de la hambruna. Pero en Doñana tenían caza y pesca, y también tenían acceso a vacunas, medicamentos o ropa. Por aquel entonces, la relación del señorito con el trabajador era otra.

Quitar a las personas que vivían dentro de los parques ha sido un error con el paso del tiempo"

P.Se escucha en el documental una frase muy significativa: la marisma te lo da y la marisma te lo quita.

R.Los primeros británicos que llegan a Doñana no hablan de mar, hablan de marisma. Nunca habían contemplado un ecosistema tan duro y cambiante. Y esa gente viajó mucho. Hablamos de un territorio que puede estar inundado por un metro de agua durante meses y después se transforma en tierra cuarteada. Esa dureza da lugar a un ecosistema con especies muy singulares. Así como a un grupo de personas con una cultura de la subsistencia bestial. Ahora que está muy de moda el tema de las soluciones basadas en la naturaleza, ¿estos pobladores qué soluciones tenían para vivir en medio de la nada?

P.En medio de la nada, pero un espacio muy rico al mismo tiempo, ¿no?

R.La marisma es el ecosistema más rico del planeta, por esa relación entre agua dulce y agua salada que no hay en otros sitios. Cuando llega la temporada de lluvias y agua la productividad es espectacular, y hablamos desde la época de los tartesos. Pero luego llega la época de la sequía, y te lo quita.

P.Eso lo refleja muy bien en La marisma, su productividad.

R.En los años 80 y 90, las políticas desarrolladas para los parques nacionales apostaron por quitar a todas las personas que vivían dentro. Y eso es algo que los propios directores de los parques han reconocido como un error, con el paso del tiempo. Hay un dicho del campo que explica esto muy bien: No se cuida lo mismo de lo que se come, que de lo que se disfruta. Pero también la biodiversidad se come y se disfruta. La productividad y la rentabilidad se ha entendido de una manera que no es, porque no está adaptada al ecosistema y le podríamos sacar muchísimo más a la naturaleza si dejáramos que volviera a sus orígenes. En ese tiempo se sacaban toneladas de pescado, o caviar que se exportaba.

P.¿Hacia dónde cree que se dirige Doñana?

R.Yo creo que Doñana es la punta de danza del desarrollo sostenible desde los años 80. Y ahora vamos a ser una referencia en la renaturalización de los espacios. Puede haber una convivencia entre los medios productivos y de conservación. Teniendo claro que Doñana tiene un ciclo de agua y otro de sequía.

stats