La Merced ya tiene su primer cartel completo y en firme para las Colombinas 2023
Toros
Seis novilleros sin caballos fueron designados ayer de entre un total de 16 aspirantes.
Tentadero de clasificación en la finca ganadera de José Luis Pereda en Rosal de La Frontera.
Los nombres de Carlos Tirado, Enrique Toro, Agustín García Palacios, Guillermo Luna Ramos, Manuel Sanz de Frutos y Cristian González Prieto y en este mismo orden de clasificación son la base del primer cartel de Colombinas cerrado en firme ayer tarde en la finca ganadera de José Luis Pereda.
Seis nombres que salen de un total de dieciséis aspirantes preseleccionados de esos casi treinta nombres que se había apuntado a este proyecto denominado 'Objetivo La Merced'.
Tarde preciosa de tentadero y espectacular ambiente en respeto y maneras de todos los actuantes. Todos, sin excepción vinieron a ponerle caro al jurado la decisión de nombrar a seis. Dura papeleta porque los márgenes de clasificación hablan hasta de medio punto de diferencia en muchas ocasiones y traen a escena el notable aporte de buenas maneras que han mostrado quienes ayer saltaron de corto a esa placita de tientas de la Dehesilla.
Después, la suerte del sorteo, las condiciones de la vaca, el orden donde actuar como factor determinante en una vaca compartida por cinco aspirantes, las maneras, y por supuesto en consenso general en la puntuación dan el resultado que es y que además aporta para cualquier contingencia en alguno de los titulares el nombre de dos suplentes que en la persona de Álvaro Domínguez Losa, primer reserva, y de Mauro Barragán Rubio, segundo, cierran ese acta de ese jurado compuesto por el empresario José Luis Pereda en función de presidente, y que reunió además dentro del mismo a Andrés López, Coronel de la Guardia Civil, Antonio Prieto, presidente de la Peña Taurina Tendido 12 de Huelva, Javier García Baquero y Emilio Trigo, responsables de prensa de Toros Pereda y quien esto suscribe en representación de prensa taurina.
Carta para todos: ¿Y por qué no seguir?
Es la segunda apuesta en modo continúo que José Luis Pereda hace en torno a este festejo sin caballos que abrirá la feria taurina onubense y desde luego debe ser ese premio a quienes ahora mismo avanzan en el toreo a golpe de ilusión. Vértigo, también. Saber que para más de uno verse vestido de luces ante el público debe dejarle esa sensación. Más así es el toreo. De duro y de bonito, digo por cuanto a esas seis caras de felicidad ayer hubo diez de desasosiego; pienso que en cierta forma sintiéndose vencidos cuando de ninguna forma debe mirarse así. Al menos para quien desde la libreta de jurado le tocó tirar de sensibilidad para no fracasar como juez, en ese trabajo ingrato que deja el puntuar a un chaval que sueña con estar ese día, en esa hora y en ese lugar que es una plaza de toros. Y desde esa perspectiva tocó ver como cada uno de los chavales arañaba con la muleta o el capote para perseguir un sueño que le lleva y le trae. No quiero hablar de quienes están, porque esos tienen su premio.
No quiero hablar de perdedores. Nadie lo fue ayer. Nadie, repito debe sentirse frustrado por un resultado que nos tocó emitir a cinco personas. Quien lo haga, posiblemente no sirva para ser torero. Lo digo abierta y honestamente porque esto de ser toreo es mirar de frente a la vida pero sin mirarse las cicatrices. Porque esa no clasificación obedece simplemente a que solo hay seis sitios. No que haya diez fracasados. En absoluto. Y esta hiel que hoy se aparece quizás llegue a ser la herramienta para forjar la miel de un futuro delante del toro. Así fue siempre el toreo y así va a seguir siendo.
Nadie puede imaginar la ingratitud que supone decir a diez que no. Y lo digo en consideración y aprecio a mis compañeros del jurado. Ni a esos diez, ni a la preselección que dejó fuera a otros tantos. Contar con un treintena de torerillos queriendo estar en una tarde donde solo caben seis es un lujo que debemos medir en valía. No desperdiciarlo. Eso si que no sería honesto.
Y ahora la pregunta...¿Y por qué no seguir? ¿nos toca hacer más?.
Si en estas circunstancias de no escuela, de pocas oportunidades, de jóvenes de toda la provincia dejando cosas hechas que hacen a sus gentes echarle casta para montarse en autobuses e irse a verlos tardes donde el calor y la razón dicen que mejor tumbados en el sofá, repito, existen, quizás nos estamos quedando cortos para encauzar este renacer de la tauromaquia onubense. Quizás nos estamos quedando cortos diciéndole a diez que no, a veinte que no y sólo a seis que sí. Quizás debamos pensar que este momento es precioso para unirse a esfuerzo en solitario de José Luis Pereda y empujar desde otros estamentos para dejar oportunidades a quienes apunten ambición por ser gente en esto del toro. A esos diez, veinte o treinta que tienen maneras y sueños. Abrir el entendimiento de que es honesto hacer un esfuerzo por el toreo en esta Huelva. Organizarse y dejar escrita en la temporada oportunidades para quienes las merezcan de verdad.
Desde luego, creo que nos toca hacer más y debemos empeñarnos en ello. No por consolar a diez sino por ser justos con el futuro que merece esta tierra de toros y toreros que es este rincón al sur del sur que llamado Huelva.
Mañana más.
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