El protagonista en la tarde de ayer se llama Andrés Romero y todo ello porque fue el principal baluarte de ese acto que programó la plaza de toros onubense en torno a la promoción de la próxima feria de Colombinas. El y tres caballos toreros de su cuadra congregaron a un buen numero de aficionados sobre el albero mercedario a fin de explicar los fundamentos y bases del trabajo que un rejoneador ejercita con su cuadra de cara a las actuaciones de la temporada.

Mas en este caso era específica de Colombinas la relación que el mantenedor del acto, el periodista Manuel Jesús Montes, ejerció a modo de entrevista previa con el rejoneador de Escacena.En ella Romero desgranó la intensidad de trabajo que en estos días desarrolla de cara a su actuación en Huelva, una plaza en la que ha salido a hombros en todas y cada una de sus actuaciones.“Son doce horas diarias las que dedico en preparar todos los caballos que debo tener a punto para una cita importante como es Huelva. Es un trabajo intenso pero es vital que en una cita exigente no dejes nada al azar”, explicó el joven rejoneador de la tierra.

La actividad persigue la promoción de la feria de Colombinas a pocos días de su inicio

Un rejoneador que confesó haber aceptado un reto muy complicado de cara a ese mano a mano frente a Diego Ventura que el día 4 de agosto cerrará el abono taurino onubense. “Una terna a modo hubiese significado un esfuerzo un poquito menor pero está claro que para medirse en tu tierra con alguien hay que hacerlo con el mejor y en este caso Diego, aparte de amigo es todo un reto en el ruedo. Confío en que las cosas van a merecer la pena”, argumentó Romero.

Un Andrés Romero que tras la charla acometió la faena de montarse a caballo y explicarle al público presente como es una tarde de rejoneo sobre un caballo.Eligió para ello a tres representantes de su actual cuadra entre ellos Chacal para explicar como se afronta la lidia de un toro desde que sale por chiqueros hasta pasar por todos los tercios todo ello frente a un carretón, que es la herramienta con la que un profesional afronta la puesta a punto de unos caballos “que terminan dejándote muchas sensaciones. La personalidad de cada uno y tu relación con ellos es básica para que la compenetración frente al toro llegue en el momento preciso”, dijo Andrés.