Carrascal, de Marie Curie a Pollock
El artista plástico onubense inaugura mañana la exposición 'Estratos', en la sala Lugadero de Sevilla La suya es una obra abstracta que nace de un entorno autodidacta


Antonio Carrascal Calle es uno de los pintores abstractos onubenses más coherentes del momento actual. Siempre se ha dedicado a esta faceta pictórica que le sobreviene a partir del mundo de la radiografía, por su trabajo de radiólogo. Ver las manchas que aisladamente se muestran como abstracciones es lo que le lleva a hacer una serie en blanco y negro y de ahí a otras en color. Carrascal entra así en la abstracción pura. No estudió Bellas Artes, pero posee una sensibilidad innata, de las mejores para este mundo artístico donde se mueve, donde la abstracción la podemos ver en una mancha en la pared, en una nube...
La obra de Antonio Carrascal tiene una riqueza de color especial, a pesar de no ser un pintor academicista al uso, y demuestra su gusto por la pintura con una paleta rica, lo que no es fácil cuando el resultado es el que se observa en sus cuadros.
Es un pintor tardío, pero a pesar de ello se puede ver en sus trabajos ese carácter de artista añejo. Se empapa de la pintura americana actual, es de los que gusta ir a Arco y acercarse a la pintura abstracta internacional. Es, especialmente, un seguir de Pollok.
Se trata de un pintor serio en lo que hace, de los que le roba horas al sueño; después del trabajo se zambulle en el estudio, no es pintor dominguero, sino diario, de los que disfruta de ese acto totalmente personal y lúdico que es la creación.
Ahora que nadie se atreve a exponer, inaugura mañana, a las 20:30, en Sevilla, en la sala Lugadero de la calle Correduría, una muestra con lo más actual de su trabajo. Antonio Carrascal en su estudio de Punta Umbría ha generado su orden particular de entender el mundo que muestra en estratos de tiempo y materia con una doble colección, en color y blanco y negro, que se presentará en esta joven galería durante todo el mes de mayo. Sus piezas, como fragmentos de memoria de algún lugar, guardan esa relación entre la realidad y la ficción que las convierten en un recuerdo cercano de algo que conocimos alguna vez y en un espacio ilusorio para la imaginación.
"Atraído desde siempre por la abstracción, comencé a plasmar mis ideas dentro de esta línea en 1999", dice Antonio Carrascal. "El estudio meticuloso durante los años anteriores a esa fecha, las continuas visitas a museos y galerías, y el análisis de los pintores que más me han interesado me ha ayudado a educar la mirada a través de sus cuadros".
Sí, se considera autodidacta, "en lo relacionado con la pintura, investigando en las distintas técnicas que hasta ahora he usado: acrílico, óleo, tinte, colas…, sobre lienzo, tela sobre madera, y el empleo de elementos naturales como polvo de piedra volcánica. arenas de playa y tierras del entorno, me han llevado a realizar una obra de distintos estilos. Variación que me resulta imprescindible para expresar mis sentimientos".
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