El vértigo de la incertidumbre

desaparición de ruth y josé bretón La madre de los niños, "abatida pero con esperanzas"

La familia de los niños, aunque afectada, no pierde la ilusión de hallarlos con vida 31 días después · Centenares de ciudadanos se concentran para pedir su regreso en las capitales andaluzas, La Coruña y Madrid

La madre de Sandra Palo (en el centro), ante la Puerta del Sol de Madrid.
La madre de Sandra Palo (en el centro), ante la Puerta del Sol de Madrid.
Raquel Rendón / Huelva

09 de noviembre 2011 - 01:00

Treinta y un días han transcurrido sin que se dilucide el paradero de los menores onubenses Ruth y José Bretón (de seis y dos años, respectivamente). Más de 740 horas de incertidumbre que, pese a todo, no han mermado un ápice la esperanza de la familia Ortiz por hallarlos con vida. Ayer, justo cuando se cumplía un mes de la jornada en la que se les perdió el rastro, centenares de ciudadanos de toda España se echaron a la calle para reclamar su regreso y respaldar a sus familiares.

La concentración más multitudinaria, en la Plaza de Las Monjas de Huelva. La gente se fue arremolinando en el corazón de la capital onubense incluso una hora antes de la convocatoria. Allí, voluntarias de la plataforma Urgente: Niños Desaparecidos repartieron por decenas los lazos verdes que mantienen vivo el recuerdo de los dos pequeños. Entre ellas, Mari Carmen Benítez, amiga íntima de la abuela materna de los menores, que con los ojos vidriosos reclamaba su presencia: "Queremos tenerlos ya haciendo bulla y jugando con mi nieto, que dice que no quiere comer más chocolate con churros si no es con Ruth y José".

La portavoz de la familia, Esther Chaves, llegó a la Plaza de Las Monjas cargada de panfletos con la imagen -imborrable- de los hermanos Bretón Ortiz. Emocionada por el calor y la entrega de los onubenses que asistieron a la concentración, aseguró que la iniciativa "es una inyección de energía y fuerza para todos nosotros".

Chaves recordó cómo aquel 9 de octubre -una jornada después de la desaparición- "fuimos a Córdoba con el convencimiento de que nos traeríamos de vuelta a los niños". Pero desde entonces han pasado 30 días con sus 30 noches, y Ruth Ortiz "hoy ha estado totalmente abatida, sin fuerzas siquiera para levantar la mirada". Minutos antes del inicio de la concentración "la he dejado en casa, estaba más estable", indicó, pero "no para de repetir que los niños ya tienen que estar con ella".

A su juicio, la Policía mantiene "la misma intensidad en la investigación que el primer día", pero rechazó que Ruth Ortiz haya solicitado motu proprio un careo con el padre de los niños en la prisión cordobesa de Alcolea en la que José Bretón se halla recluido, si bien dejó claro que estaría dispuesta a que el encuentro se produjera en caso de que la justicia lo requiera.

Luego llegó el silencio. De fondo, sólo las risas de los críos que jugaban en la plaza onubense mientras más de 500 adultos elevaban los brazos al cielo para mostrar la imagen de Ruth y José. Ante la pancarta colocada en el templete de Las Monjas, Esther Chaves leyó un mensaje que hizo propio, basado en palabras de Ruth Ortiz: "No soy rencorosa ni vengativa, me enseñaron a perdonar y soy capaz de olvidar si vuelvo a ver sis caritas y a escuchar mamá".

Describir el dolor de una madre ante la ausencia de sus hijos "no se puede, pero podemos hacernos una idea". Y también los pequeños "están ahora mismo sufriendo por la ausencia de su madre, de sus abuelos, sus titos y sus amigos; es el momento de recordarles que nosotros los estamos buscando".

Chaves solicitó a "la persona o las personas que los tengan que sean valientes y los dejen en un lugar seguro; nosotros no queremos saber quiénes son, sólo pedimos su generosidad". Tras recordar que la familia no tiene motivos para pensar en la posibilidad de que alguien haya podido arrancarles la vida, la portavoz de los Ortiz insistió en que "ahora es momento de seguir buscándolos". Una gran ovación precedió a la lectura del cuento Tintero y pluma -que puso punto y final a todas las concentraciones celebradas ayer-, una de las tantas fábulas infantiles que cada noche cuelga en Facebook "una persona que quiere darles las buenas noches a nuestros niños". La moraleja del cuento, resumió Chaves, "es que hace falta cambiar las cosas, y en este momento las cosas las cambiamos teniendo esperanza".

Para el alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, la desaparición de Ruth y José es "un nuevo golpe para esta ciudad, que todavía no se ha recuperado del que recibimos con Mari Luz Cortés"; no obstante, confesó, "mantenemos la ilusión de que aparezcan vivos".

Doce ciudades españolas se solidarizaron con la familia de los desparecidos. Unos 250 cordobeses se concentraron en el bulevar Gran Capitán. En Sevilla, el emplazamiento elegido fue la Plaza del Salvador; en Jaén, el Parque de la Victoria; en Cádiz, la Plaza San Juan de Dios; en Málaga, la Plaza de la Constitución; en Granada, la Plaza del Carmen, y en Almería, la Plaza de Purchena. Además, vecinos de la localidad onubense de Paymogo pidieron el regreso de los pequeños desde el Paseo de San Mateo.

Fuera de las fronteras andaluzas, ciudadanos mostraron su apoyo a la familia desde la Puerta de Sol de Madrid y la Plaza María Pita de La Coruña, así como desde la localidad madrileña de Alcalá de Henares. Chaves quiso agradecerles su apoyo, como también a los que celebraron una misa en su honor "en un pueblecito de Colombia".

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