Desde mediados del mes pasado, todos los ciudadanos estamos obligados a cumplir unas medidas de confinamiento decretadas como consecuencia de la declaración del estado de alarma. Aunque desde el comienzo se establecieron una serie de excepciones, fundamentadas especialmente en la adquisición de productos básicos (alimentación y farmacia), así como para la prestación de determinados servicios (correos, estancos y algunos órganos de la administración) y la continuidad de algunas actividades calificadas como esenciales (que en Huelva se fundamentan en la industria y la agricultura como las que más personas movilizan), el resto de los ciudadanos tenían que quedarse en sus domicilios.
Sin embargo, no en todos los lugares este confinamiento se ha cumplido de la misma manera. Según los datos que se han hecho públicos en el Instituto Nacional de Estadística (INE), la principal conclusión que se puede extraer en la provincia de Huelva, es que los residentes en el distrito 6, es decir, en el barrio de Los Rosales, son los que más se desplazan y el porcentaje de los que lo hacen llega al 22,24%.
En el otro extremo de la balanza se encuentran los residentes en Ayamonte y Villablanca, que únicamente salen de su domicilio en un 3,26% de su población total. El análisis de la población residente en ambos lugares podría arrojar más luz sobre la disparidad de comportamientos a la hora de seguir las recomendaciones del Ejecutivo. El primero de los casos es el de una población fundamentalmente trabajadora, mientras que en el segundo predominan las segundas residencias y los habitantes más estacionales.

Imagen de una de las calles de Punta Umbría, uno de los municipios donde más se cumplen las medidas de confinamiento.
No exento de polémica por la invasión de privacidad que supone el mismo, los datos hechos públicos por el INE provienen del análisis de la posición de más del 80% de los teléfonos móviles de toda España. Tal y como se reconoce en la presentación, “el análisis ha sido elaborado por el INE con la estrecha colaboración de los tres principales operadores de telefonía móvil, Orange, Telefónica y Vodafone”.
El análisis se centra en “el estudio de movilidad de la población durante el estado de alarma” y tiene como punto de partida el pasado mes de noviembre. Se ofrecen datos desde el 16 de marzo cada dos días, y a partir del 31 de marzo datos diarios, aunque la tendencia se mantiene bastante uniforme en las últimas jornadas, sin apenas variaciones, una muestra más de lo aceptado de las medidas de confinamiento dictadas por el Ejecutivo.
Los datos muestran el porcentaje de personas que en horario habitual de trabajo (de 10:00 a 16:00) se encuentran fuera de su área habitual de residencia y “permite observar la variación de movilidad durante el periodo del estado de alarma”. El estudio fija “cuántas personas se desplazan durante las horas de trabajo en relación con los flujos que puede observarse un día normal”.
En lo que se refiere a la provincia de Huelva, mientras que la capital se ha divido en los distritos que la conforman (los mismos que se utilizan para el análisis del voto en cualquier tipo de elecciones), algunos pueblos se han agrupado para conseguir “un área de población de entre 5.000 y 50.000 habitantes”.Los datos que se refieren a Huelva son enormemente heterogéneos.

Inmediaciones de la Casa Colón en la capital onubense un día de la pasada semana.
Tras la barriada de Los Rosales, quienes más se desplazan de sus domicilios son los residentes en pueblos como Gibraleón, San Bartolomé de la Torre, Palos de la Frontera o Beas, en los que el grado de cumplimiento del confinamiento ronda el 85%, o por decirlo de otra manera, entre el 15 y el 16% de sus habitantes abandona el domicilio en horario de jornada laboral.
La explicación, nuevamente, vuelve a radicar en la composición de sus residentes, ya que éstos son los trabajadores de aquellas empresas consideradas como esenciales. Esto es especialmente significativo en la localidad de Palos, núcleo donde se agrupa buena parte de las industrias consideradas como básicas por el Gobierno y que no han parado su producción por el inicio de la pandemia.
Tras ellos vienen los distintos barrios de la capital onubense, con La Orden, El Torrejón, Molino de la Vega, Isla Chica, Matadero, Adoratrices y el centro de Huelva. En todos ellos se observa que han sido los que más han bajado su tasa de movilidad, que se reduce en muchos de sus casos a más de la mitad de la observada en el mes de noviembre, con lo que el grado de cumplimiento de sus habitantes cabe calificarlo como más que notable.

Imagen del centro de la capital onubense.
San Juan del Puerto, Trigueros, Bonares o Lucena del Campo, así como Moguer, son localidades en las que se ve la presencia de este tipo de trabajadores esenciales con grados de confinamiento superiores a las dos cifras, al igual que sucede en localidades como Paterna del Campo, Alosno, Cumbres Mayores o el Cerro del Andévalo.
En el otro lado de la tabla sobresalen los municipios más turísticos de la provincia, con especial incidencia en la localidad de Ayamonte y Villablanca, cuyos habitantes cumplen las normas de confinamiento en casi un 97%. También destacan enclaves como Lepe, Punta Umbría e Isla Cristina, con porcentajes que oscilan entre un 5% y poco más de un 6%, como aquellos habitantes que se desplazan fuera de sus residencias en horario laboral. De nuevo, las características de los mismos hacen que sean perfectamente explicables dichos movimientos; se trata de localidades de segundas residencias y, sin duda, el establecimiento de medidas coercitivas como el cierre de playas y lugares públicos decretado por las autoridades para evitar, precisamente, la llegada de personas procedentes de otros lugares, parece haber cumplido con los objetivos que se habían propuesto.

Las localidades costeras son las que mayor grado de cumplimiento tienen de las medidas de confinamiento.
El estudio de la movilidad también ofrece pautas acerca del comportamiento de cada uno de los lugares en los que se ha dividido la provincia para su estudio. Así, por ejemplo si tenemos en cuenta el punto donde la movilidad es mayor, se estudian los lugares de destino de sus habitantes. En el barrio de Los Rosales, de las más de 10.500 personas que residen en él, 491 se movieron a Palos de la Frontera, 235 al barrio de Isla Chica (próximo al mismo y seguramente para hacer compras esenciales) y el resto a Moguer, El Matadero, La Orden y El Molino de la Vega, con cantidades todas ellas por encima del centenar de personas.
El estudio de movilidad también contiene la procedencia de las personas que se dirigen a un lugar concreto. Con el mismo ejemplo del barrio de Los Rosales, a sus calles llegaron 588 personas procedentes de La Orden, 363 de Isla Chica, 217 de Palos de la Frontera, y en menor medida de Moguer, Gibraleón y San Bartolomé de la Torre.
Con todo ello, los habitantes de Huelva cumplen con creces los objetivos de las medidas de confinamiento, por ello son los más firmes candidatos para poder poner fin a parte de las mismas.
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