Un año sin Noemí Villar, la mujer de Ciudad Real que desapareció sin dejar rastro en un pequeño pueblo de Huelva
El principal sospechoso se encuentra en prisión provisional, mientras los otros tres detenidos fueron puestos en libertad provisional
La Guardia Civil continúa con las investigaciones del caso y a la espera de los resultados de las muestras que se remitieron al laboratorio en febrero
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Nada se sabe desde hace un año de Noemí Villar, una mujer de 48 años desaparecida en Santa Olalla del Cala -y natural de Ciudad Real- cuyo caso sigue a la espera de ser resuelto. Su ficha de búsqueda continúa sin novedades entre los 90 rostros, nombres y apellidos, que se mantienen en paradero desconocido y que fueron vistos por última vez en tierra onubense. Desaparecía hace ahora un año, pero no fue hasta febrero de 2025 cuando las investigaciones apuntaron a una finca del pequeño pueblo de la Sierra de Huelva.
La Guardia Civil, que peinaba en febrero la zona con buzos, unidad canina y georradares, continúa investigando el caso y se mantiene a la espera de los resultados de los vestigios -restos biológicos, ropa, entre otros- que se detectaron en el entorno de la casa del principal sospechoso, pozos y finca de la ex pareja de la desaparecida con la que residía. Las muestras fueron remitidas por la Policía Judicial al laboratorio de la Dirección General de la Guardia Civil, donde se evalúan para esclarecer si definitivamente pertenecen a Noemí.
Los vestigios fueron hallados cerca de la casa en la que vivían juntos desde que Noemí se mudó a la provincia. Su pareja, de apodo 'El Morenito', era el propietario de la casa de la que se sospechaba que no había vuelto a salir la ciudadrealeña. Además de estas viviendas, también fueron examinados los terrenos a las afueras del municipio y los pozos que se ubican en las fincas. Los trabajos de rastreo se enfocaron en la búsqueda de pistas que permitan esclarecer qué fue de la vecina, desaparecida nueve meses antes de la búsqueda en Santa Olalla.
Hubo detenciones durante la operación, que agitó al pueblo y a los vecinos y vecinas, acostumbrados a la tranquilidad y la rutina. Las tres primeras fueron tras el registro domiciliario de la finca al padre, tía y hermana de 'El Morenito'. Las investigaciones pasaron a centrarse en el propietario de la vivienda y ex pareja de Noemí, cuya pista se había perdido pocos días antes. Fue localizado en Madrid pocos días después, en plena Plaza del Sol, donde fue arrestado tras huir de su pueblo.
A día de hoy, el principal investigado continúa en prisión provisional. Según fuentes del TSJA, "el único cambio que se ha producido" es con respecto al padre, que recurrió el auto de prisión provisional ante la Audiencia Provincial de Sevilla, que estimó el recurso y acordó su puesta en libertad provisional. Según la misma fuente, la investigación se centra en presuntos delitos de homicidios y suplantación de identidad.
También el TSJA -Tribunal Supremo de Justicia de Andalucía- mantiene abiertas las diligencias del caso. El procedimiento se encuentra aún en fase de instrucción, puesto que, según aseguran desde el mismo a este periódico, ha pasado "muy poco tiempo" desde que se hallaron los vestigios en febrero de este mismo año. La pareja sentimental de Noemí Villar y su padre ingresaron entonces en prisión provisional, comunicada y sin fianza, situación en la que permanece el principal sospechoso a la espera del juicio. Tía y hermana -las dos detenciones restantes- fueron puestas en libertad provisional con medidas cautelares, entre las que se encuentran la prohibición de salida de territorio nacional y retirada del pasaporte.
"Hubo un poco de miedo entonces y, a ciertas horas, las calles estaban vacías"
La tierra parecía tragarse a Noemí el 29 de junio de 2024. Era su hermana la que decidía interponer la denuncia al detectar su ausencia. Por aquel entonces, la nueva vecina llevaba cerca de un año residiendo con el que era su pareja, un hombre oriundo de Santa Olalla del Cala, en su domicilio.
La búsqueda de Noemí Villar pasó a ocupar el foco mediático nacional durante el operativo e, inevitablemente, también lo hacía el pueblo en el que se localizó por última vez. La rutina y tranquilidad de los apenas 2.000 habitantes de Santa Olalla del Cala pasaba a ser interrumpida por el intenso revuelo de helicópteros, presencia policial y accesos cortados. Una localidad "donde todos se conocen y rara vez se interrumpe la rutina del día a día" vivía días de incertidumbre, miedo, y el rumor se intauraba en las calles.
Algunos de los vecinos contaron entonces que, cuando colgaron carteles por el pueblo acerca de la desaparición de Noemí, poca gente le ponía cara en ese momento. "La gente hablaba mucho y se comentaron muchas mentiras de lo que podía estar ocurriendo". Tanto fue así que a ciertas horas de la tarde no había un alma por las calles. "Hubo un poco de miedo. Entre otras cosas, porque impacta e inquieta ver tanto operativo de la Guardia Civil, con perros, buzos entre otros, y más aún cuando no se sabe nada de él tampoco", contaron entonces. El Ayuntamiento trató de tranquilizar a las familias, recordando que "la población no corría ningún riesgo y que no había que hacer caso a rumores y desinformación".
Solo dos días más tarde del operativo, 'El Morenito', era arrestado en Madrid, donde permanecía escondido tras huir de su pueblo. Tras la investigación en el entorno de el sospechoso, la Guardia Civil lograba detenerlo en Madrid. Los agentes encontraron a la ex pareja de la desaparecida pese a los intentos de éste de evitar ser localizado, tras desplegar un fuerte cerco a su alrededor que permitió su arresto en una de las calles cercanas a la céntrica Plaza del Sol de la capital. Su detención se saldó en el centro de la capital madrileña, no sin antes tratar de zafarse de los agentes.
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