Huelva

El tratamiento de salud mental más novedoso de Huelva busca abrirse a otras patologías

Aplicación de la técnica de estimulación magnética transcraneal profunda.

Aplicación de la técnica de estimulación magnética transcraneal profunda. / José Ángel García

La novedosa técnica de la estimulación magnética transcraneal profundade la que Huelva es pionera en Andalucía, abre nuevas fronteras en la provincia. La misma, que cumple dos años en la Clínica del Carmen de la capital onubense, se emplea en aquellos pacientes de trastornos de salud mental como la depresión o adicciones en los que las técnicas tradicionales no arrojan resultados favorables. 

Después de 750 días en los que unos 240 pacientes han pasado por esta técnica, el psiquiatra Álvaro Moleón, quien apostó por Huelva para ser la primera ciudad andaluza en acoger este innovador tratamiento contra trastornos severos de salud mental, expone que trabaja en abrirse camino a otras patologías, en las que ya observa "resultados prometedores".

La Clínica del Carmen cuenta con el aval científico de la Comunidad Europea para su aplicación en la depresión severa farmacorresistente (60% de los casos tratados), en el trastorno obsesivo compulsivo (20%) y adicciones (10%), si bien persigue derribar una barrera más y trabajar con el trastorno del estrés postraumático, la esquizofrenia y la ansiedad generalizada. Estas últimas comprenden el 10% de los casos que se tratan en Huelva con la estimulación magnética transcraneal profunda, donde Moleón ya observa "resultados positivos", por lo que confía en que las mismas puedan tratarse también en Huelva con esta técnica.

La sesión de estimulación magnética transcraneal profunda contempla la colocación de una bobina electromagnética sobre el cuero cabelludo del paciente, concretamente en la zona específica "donde están las estructuras cerebrales de la enfermedad mental a tratar", según explica Moleón. De este modo, el electroimán actúa sin provocar dolor para estimular las células nerviosas que se pretenden activar. Es una técnica que "no es invasiva, que no requiere de anestesia y cuyo proceso tiene lugar en una consulta médica". Asimismo, no presenta efectos secundarios, a excepción de "dolores de cabeza en ciertos casos, que se eliminan con fármacos analgésicos como paracetamol o ibuprofeno".

Álvaro Moleón en la Clínica del Carmen. Álvaro Moleón en la Clínica del Carmen.

Álvaro Moleón en la Clínica del Carmen. / Josué Correa

La técnica, además de "disminuir sustancialmente la conducta suicida en los casos tratados", despierta interés fuera de las fronteras onubenses, de ahí que la Clínica del Carmen tenga también una función docente con profesionales que vienen, bien de prácticas desde la Universidad de Huelva, bien desde otros centros del país que quieren asomarse al novedoso tratamiento. 

Con una efectividad superior al 70% de los casos, otro de los objetivos del psiquiatra de la clínica onubense es mejorar el servicio para que este porcentaje crezca aun más. Es por ello, que la máquina de estimulación magnética transcraneal profunda ha incorporado un dispositivo que determina los umbrales motores evocados con mayor seguridad, así como ofrece mayor tolerancia a la técnica a través del control de la intensidad de la neuromodulación que recibe el paciente mediante un electromiograma. La diferencia respecto a antes es que, según Moleón, se hacía visualmente con una contracción involuntaria en el paciente.

Igualmente, el especialista destaca que la eficacia del tratamiento mejorará con el paso de protocolos estandarizados a acelerados, actualmente en investigación. "Ahora damos, incluso, 50 sesiones en cinco días de tratamiento, cuando antes llevábamos a cabo una sesión diaria", explica. Esto se traduce en que el paciente tenga una adherencia mayor al mismo, "pues si tiene que venir tantos días es posible que alguno falle o que, aunque tengamos una tasa de abandono muy reducida, abandone". 

No son las únicas novedades que traería bajo el brazo el psiquiatra para Huelva. Tiene prevista también la implantación de un euronavegador, que permitiría determinar "con mayor precisión el punto del tratamiento" o, lo que es lo mismo, "te dice exactamente el punto exacto donde hay que estimular sin dar pie a error". 

Sobre el perfil del paciente, Álvaro Moleón explica a este diario que observa "un aumento considerable de la población infanto-juvenil (15-29 años) con depresión, trastornos por déficit de atención, ansiedad o con trastornos del espectro autista". Si bien es cierto que antes este grupo de población era el que menor porcentaje de casos presentaba, "ahora se equilibra con los adultos y los mayores, sobre todo, a raíz de la pandemia". 

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