Transición energética: Huelva impulsa la energía limpia, una oportunidad para todos

Tribuna de opinión

El autor defiende que hay un entorno muy favorable para la atracción de inversiones, la innovación continua y la consolidación como referente industrial limpio de Europa

El mundo se dirige hacia un futuro con producción de energía 100% limpia.
Juan del Olmo
- Presidente de la Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas de Huelva

20 de julio 2025 - 05:30

Transformar nuestro modelo energético no es solo una opción, es una necesidad. Gran parte de las consecuencias climáticas que estamos viviendo, están directamente relacionadas con cómo producimos y usamos la energía.

La llamada transición energética no va solo de dejar atrás los combustibles fósiles. También significa construir un sistema más limpio, más justo y sostenible. Pero para lograrlo, no podemos centrarnos en una única solución o tecnología. Necesitamos todas las herramientas disponibles.

¿Qué es la neutralidad tecnológica y por qué importa?

Hablar de neutralidad tecnológica es hacer referencia a un principio muy sencillo: no poner todas las fichas en una sola tecnología, sino dar espacio a todas las soluciones que puedan contribuir a reducir emisiones. 

La neutralidad tecnológica implica que la regulación, los incentivos públicos y las políticas de apoyo no favorezcan una tecnología sobre otra, sino que permitan que el mercado y la competencia seleccionen las soluciones más eficaces, sostenibles y costes eficientes para cada situación. Este enfoque reconoce que no existe una única tecnología capaz de satisfacer, por sí sola, las necesidades de todos los sectores económicos y sociales, y que es necesario aplicar soluciones diferenciadas y complementarias.

No se trata de enfrentar unas tecnologías con otras, sino de permitir que convivan, que evolucionen y compitan dentro de un marco justo, donde lo importante sea cuánto ayudan a descarbonizar, cuánto cuestan y cómo se adaptan a cada necesidad. Porque, seamos sinceros, lo que funciona para el transporte marítimo no es lo mismo que lo que necesitamos para calentar nuestros hogares o alimentar una fábrica.

Distintas soluciones, un mismo objetivo

Para llegar a una economía con emisiones netas cero, necesitamos construir un puzle con muchas piezas. Aquí van algunas:

1. Renovables y electrificación. La energía solar y eólica ya están transformando nuestro sistema eléctrico. Y esto es solo el principio. Cada vez más hogares, empresas y ciudades producen su propia electricidad con paneles solares o sistemas eólicos. A esto se suma el impulso a la electrificación de sectores como el transporte o la climatización, que ayuda a reducir emisiones cuando esa electricidad proviene de fuentes limpias.

Claro que esto plantea nuevos retos, como el almacenamiento de energía o la gestión inteligente de la red. En estos aspectos, las baterías y las tecnologías digitales serán clave.

2. Gases renovables y biocombustibles. No todo se puede electrificar fácilmente. Ahí es donde entran en juego alternativas como los biocombustibles, el biometano o el biogás. Estas soluciones son especialmente útiles en industrias con calor de alta temperatura o en sectores como el transporte pesado o la aviación, donde hoy la alternativa eléctrica no es viable.

Además, tienen una ventaja clara: pueden aprovechar muchas de las infraestructuras actuales, facilitando una transición más rápida y menos costosa.

3. Hidrógeno verde: el vector del futuro. El hidrógeno renovable aún está en sus primeras etapas, pero tiene un potencial enorme. Podrá ayudar a descarbonizar fábricas, refinerías y medios de transporte que, de otro modo, seguirían dependiendo de combustibles fósiles.

Necesita inversiones y tiempo, pero si lo impulsamos con inteligencia, será una pieza esencial del futuro energético.

4. Captura de carbono y eficiencia. Por mucho que avancemos con renovables o electrificación, siempre habrá sectores donde reducir las emisiones será especialmente difícil. En esos casos, tecnologías como la captura y almacenamiento de carbono pueden marcar la diferencia.

Y no olvidemos que la manera más limpia de usar energía es no usar más de la necesaria. Por eso, mejorar la eficiencia energética y aprovechar la digitalización para gestionar mejor la energía es algo que nos beneficia a todos.

Ventajas competitivas del Polo Industrial de Huelva en descarbonización, energías limpias y economía circular

El Polo Industrial de Huelva se destaca como uno de los principales referentes nacionales e internacionales en la transición energética y la descarbonización industrial, gracias a la integración de múltiples tecnologías y combustibles limpios. Sus ventajas competitivas más destacadas son:

1. Diversidad y complementariedad de tecnologías limpias.

2. Liderazgo industrial y volumen de negocio.

Estas ventajas confirman que la presencia de distintas tecnologías y combustibles en el Polo Industrial de Huelva genera un entorno muy favorable para la atracción de inversiones, la innovación continua y la consolidación como núcleo industrial limpio de referencia en Europa.

Se trata de un esfuerzo colectivo, donde cada paso cuenta. Y para caminar más lejos, necesitamos hacerlo juntos, combinando soluciones, talentos y voluntades.

En resumen: un viaje de todos y para todos.

Juan del Olmo.

Juan del Olmo es presidente de la Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas de Huelva.

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