Huelva

Todos los trabajos forestales estaban prohibidos el día que se declaró el incendio de Almonaster la Real

  • El parte de la Aemet del 27 de agosto elevaba el nivel de alerta a “riesgo extremo”, lo que impedía realizar labores en el monte

  • Una chispa de soldadura en unas obras de mantenimiento es la principal línea de investigación

Todos los trabajos forestales estaban prohibidos el día que se declaró el fuego

Todos los trabajos forestales estaban prohibidos el día que se declaró el fuego / Rafa del Barrio (Huelva)

El jueves 27 de agosto una chispa prendió en el corazón de la provincia onubense a los pies del espacio protegido de la Sierra de Aracena y Picos. El primer aviso surgió a primera hora de la tarde. Pronto las pronósticos se ensombrecieron. Las llamas estaban fuera de control. No fue una jornada normal. Las previsiones no eran nada halagüeñas. El nivel de alerta era extremo, lo que no impidió el fuego.

El 27 de agosto estaban prohibidos todos los trabajos de tipo forestal o similares en la provincia de Huelva. Ese día, una chispa de soldadura o radial por unas labores de mantenimiento en un pinar cercano a la presa de Cueva de la Mora, según la hipótesis más sólida de la investigación en curso desvelada por Huelva Información el pasado 4 de septiembre, provocó el peor incendio del año en España, el de Almonaster la Real. La línea de investigación principal se centra en unos trabajos que supuestamente no estaban permitidos y que tenían que haber sido notificados previamente para su autorización.

El parte diario de la Agencia Estatal de Meteorología fijaba el nivel de riesgo de incendio como “extremo” por las altas temperaturas previstas y el viento dominante durante toda la jornada. El aviso era muy claro. Prácticamente desde el mismo litoral onubense y hasta el sur de la provincia de Badajoz no estaban permitidas tareas que implicasen la presencia de maquinaria o actuaciones que supusieran un riesgo potencial para el monte. Huelva era además la provincia de España con un mayor nivel de alerta, junto al valle de Guadalquivir que compartía la calificación de riesgo extremo.

Con esas condicionantes, “se procederá a la paralización completa de los trabajos”, fija la resolución de la Dirección General de Gestión del Medio Natural y Espacios Protegidos de 21 de junio de 2018, que es la norma que regula las actividades forestales, obras y aprovechamientos en los montes andaluces así como las medidas preventivas obligatorias para cualquier empresa o profesional que debe realizar labores durante el periodo de alto riesgo de incendio, que comprende del 1 de junio al 15 de octubre. Cualquier empresa que deba realizar trabajos durante estas fechas debe consultar el parte de la Aemet y en base al nivel de alerta aplicar el protocolo de seguridad correspondiente, así como notificar previamente “al Centro Operativo Provincial” para su supervisión. Si el parte indica riesgo extremo como era el caso en aquella jornada no están permitidas las labores.

Los investigadores tienen ubicado el origen en un pinar próximo a la presa de Cueva de la Mora

En base a la principal hipótesis con la que trabaja la Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIFF), el origen del fuego se encuentra en una negligencia motivada por unos trabajos de mantenimiento vinculados a la modernización y puesta en funcionamiento de la presa de Cueva de la Mora, como aseguraron fuentes consultadas por este diario. El punto de inicio del fuego ya está prácticamente identificado con bastante exactitud por los investigadores. Como reveló este diario, cuando un pino sale ardiendo, sus hojas se congelan y miran en dirección contraria al fuego, quizá en un último intento por protegerse. Los investigadores solo tienen que girar hacia atrás la moviola para encontrar el origen del desastre y fijar el punto cero de la tragedia.

El dique, construido en 1971, se encuentra prácticamente a los pies del parque natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, en el término municipal de Almonaster la Real. Muy cerca están la mina de Aguas Teñidas y los núcleos urbanos de Valdelamusa (Cortegana), La Juliana y Cueva de la Mora (ambos almonasterenses). Esa es la hipótesis que más peso tiene en estos momentos para los investigadores, como desveló Huelva Información. De ser así, se produjo en una jornada en la que no estaban permitidos los trabajos en el monte.

La Aemet establece cinco niveles de alerta: bajo, medio, alto, muy alto y extremo. En base a cada uno de los cuatro primeros hay una medidas preventivas de obligado cumplimiento, existiendo en el máximo nivel una prohibición absoluta. En un escalón inferior no se podrá trabajar más allá de las 14:30 y bajo unas premisas de seguridad muy concretas.

Toda la provincia se encontraba la jornada del 27 de agosto en situación de máximo riesgo

Además, en cualquier trabajo forestal o en el monte hay que cumplir una serie de requisitos generales. Está prohibido encender fuegos a cualquier hora, el personal debe tener una formación específica en medidas de prevención y en las zonas donde se trabaje con maquinaria debe existir un extintor de espuma o gas carbónico con capacidad superior a 6 kilos. En los trabajos de soldadura, grupos electrógenos, motores o equipos fijos de explosión, eléctricos o transformadores, como el que supuestamente ocasionó el incendio es obligatorio “un cortafuegos perimetral de una anchura mínima”. Los repostajes deben ser realizados deben realizarse en zonas limpias de pasto con un radio mínimo de cuatro metros, la maquinaria ligera no podrá acercarse, los cambios de aceite deberán hacerse en el área de trabajo y no se podrán ubicar depósitos de combustibles fijos. Además, debe haber una reserva por persona de 50 litros de agua, vías de evacuación de vehículos, accesorios matachispas en los tubos de escape, batefuegos o azadas por cabeza y en con el fin de abordar el primer ataque de un eventual conato de incendio es obligatorio disponer por cada tajo distinto de al menos un vehículo móvil con capacidad para transportar un depósito de 500/1000 litros de agua, con bomba de impulsión y manguera de 50 metros como mínimo. Dicho vehículo tiene que estar de forma permanente en el área de trabajo. Las llaves del mismo serán accesibles a todos los operarios que además deben conocer el funcionamiento de la bomba de impulsión.

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