Así quedó este sábado Huelva tras la brutal tromba de agua por la borrasca Claudia: calles inundadas y momentos de angustia

La borrasca Claudia descargó sobre Huelva capital una tormenta de una intensidad pocas veces vista: en apenas nueve horas cayó la misma cantidad de lluvia que se espera acumular durante todo el mes de noviembre. El resultado fue un paisaje desolador: calles convertidas en ríos, coches inundados hasta la mitad, y una angustia entre los ciudadanos que duró hasta bien entrada la tarde, cuando finalmente cesó el aguacero.

Desde primeras horas de la tarde, el cielo se abrió con fuerza. En torno a las 17:00–17:30, se vivió el momento más dramático: una tromba de agua voraz que provocó anegamientos generalizados. Según el balance del Ayuntamiento, se recogieron hasta 90 litros por metro cuadrado en algunos puntos de la ciudad durante ese tramo.

Las zonas bajas de Huelva, como Marismas del Odiel, Barriada Navidad y Santa Lucía, fueron particularmente castigadas. También se vieron afectadas vías más céntricas: avenidas emblemáticas como Alemania, Portugal, Italia y Doctor Rubio estuvieron bajo el agua, al igual que plazas como la del Punto.

Los vehículos se convirtieron en protagonistas involuntarios: muchos intentaron circular, pese a que el agua les alcanzaba la mitad de la carrocería. La imagen de automóviles navegando entre arroyos improvisados era sobrecogedora, una estampa poco frecuente en la capital onubense. El miedo, la desorientación y la incertidumbre se apoderaron de los conductores, que avanzaban con cautela, temiendo por su seguridad y la de su vehículo.

Ante esta situación extrema, el Consistorio activó un dispositivo especial con todos los servicios municipales. Bomberos, Policía Local, Protección Civil, operarios de Aguas de Huelva, equipos de limpieza, parques, alumbrado público y mantenimiento urbano trabajaron al unísono para dar respuesta inmediata.

Los bomberos realizaron cerca de 40 intervenciones solo por acumulaciones de agua, mientras que la Policía Local, desde las 17:00, atendió múltiples bandejas de agua, cortes de calles, inundaciones de garajes y locales comerciales e incluso desprendimientos en edificios. Por su parte, Aguas de Huelva movilizó cuatro camiones, con un equipo de 14 personas entre operarios e inspectores, para despejar atascos en la red de drenaje en esas zonas más vulnerables.

Uno de los puntos más simbólicos del caos fue la estación de autobuses de Huelva, que quedó anegada. Las acumulaciones obligaron a desalojarla y cerrarla temporalmente. La alcaldesa Pilar Miranda, presente durante el recorrido por la ciudad junto a los servicios de emergencias, reconoció la magnitud de lo vivido: “nunca habíamos visto algo así”, aseguró, y subrayó que “en nueve horas se han concentrado las lluvias de un mes entero de noviembre”.

Ante la gravedad, se declaró la fase de emergencia, situación operativa 1, dentro del Plan de Emergencia ante el riesgo de inundaciones. Las autoridades hicieron un llamamiento a la prudencia y pidieron evitar desplazamientos inútiles mientras los equipos seguían trabajando de forma constante en los puntos más afectados.

En medio de la tormenta, la ciudad vivió momentos de tensión. Vecinos observaban cómo las aguas subían por las puertas de sus garajes, dueños de comercios respiraban con angustia al ver cómo el agua entraba en sus locales, y conductores rezaban para que sus coches resistieran.

Las imágenes de la capital, con calles inundadas, el agua a medio metro en muchos puntos, y vehículos luchando contra la corriente, quedarán en la memoria colectiva. Muchos vecinos han comentado que no recordaban una lluvia tan intensa en muchísimo tiempo.