Un proceso arduo para obtener la identificación oficial
Rescatar de la extinción estas variedades es un proceso que requiere un denso trabajo de investigación que es igualmente complejo en lo tocante a los trámites burocráticos a la hora de convencer a la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural para que, a su vez, eleve la petición al ministerio de Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente para que incluya la nueva variedad en el catálogo variedades autorizadas.
El Consejo Regulador de la Denominación de Origen ya tuvo que realizar un importante trabajo de investigación para secuenciar el ADN de la uva Listán del Condado, a fin de demostrar de forma empírica que se trataba de una variedad diferente y no de una sinonimia de la Palomino Fino. En concreto y en este caso Condado de Huelva, tuvo que dejar constancia de las diferencias entre una y otra variedad, que no sólo se circunscriben a su morfología sino que los vinos que con ellas se producían tenían propiedades organolépticas (aroma, color, sabor) que los hacía únicos.
Gracias a la gestión de la Denominación de Origen el estudio se desarrolló en el Centro Ifapa Rancho de la Merced de Jerez de la Frontera (Cádiz) donde se practicaron los análisis de ADN.
El reconocimiento llegó después de que el sector vitivinícola del Condado de Huelva y de su Consejo Regulador vieran cómo en 2011 se suprimió de la lista de variedades autorizadas en Andalucía la Listán, que la asimilaba a mera sinonimia de la variedad Palomino Fino.
También te puede interesar