Un paseo histórico por la Milagrosa

Una veintena de personas asistieron a la visita guiada por la iglesia Nuestra Señora Estrella del Mar

Diversas perspectivas de la Iglesia de la Milagrosa, durante la visita guiada.
María Prieto

24 de julio 2015 - 01:00

La Iglesia de la Milagrosa, también llamada de Nuestra Señora Estrella del Mar, fue ayer la edificación elegida para realizar un tour guiado de la mano del informador turístico José María Maldonado, dentro de la programación cultural para este verano del Centro de Visitantes Huelva Puerta del Atlántico, perteneciente al Área de Turismo del Ayuntamiento de Huelva, una iniciativa que contó con la participación de una veintena de personas.

Este templo de estilo neogótico se caracteriza por una gran luminosidad gracias a sus artísticas vidrieras, así como por una escasa decoración y una verticalidad en su estructura para dar sensación de ascensión, reforzada con torres acabadas en flechas. Esta iglesia construida entre los años 1923 y 1929, fue diseñada por el vallisoletano José María Pérez Carasa. Entre sus muchas obras se encuentran el Palacio Mora Claros, el Palacio del Obispado de Huelva, el Instituto La Rábida, la Casa del Millón, el edificio Gota de Leche y diversas casas del Barrio Obrero, en la capital onubense, y la Iglesia de Lourdes, en Punta Umbría,

Este templo se separa ligeramente de las edificaciones adyacentes, posee una planta rectangular con tres naves y cabecera poligonal. Presenta tres accesos que dan paso a un vestíbulo comunicador con el interior del edificio, dividido en cuatro tramos por medio de arcos y cubiertos por bóvedas de crucería. El cielo estrellado de la cúpula imita a la de Sainte Chapelle, la Jerusalén Celeste, pasaje que sale en el Apocalipsis, de San Juan.

La fachada está compuesta por una portada triple de arcos apuntados coronados por gabletes y torreón central. Dentro de esta parroquia nos encontramos con la talla de la Virgen de la Estrella, de Bejarano, una imagen "amable" que sostiene a un niño y antiguamente una carabela de plata, que hacía un guiño al Descubrimiento de América y a la Nao Santa María. Posteriormente se cambió por un barco de madera, representando a la Nave de San Pedro. También están las imágenes de la Milagrosa de Bondades, de Olot, y el Cristo de la Hermandad de la Misericordia, de Javier Cuadrado. No hay que olvidar las vidrieras que posee la construcción, cuyos motivos fueron realizados por una hermana de la Caridad y por la empresa zaragozana La Veneciana.

Esta iglesia fue construida en el baldío de los Tumbados, de la Huelva británica, debido al impulso de la urbanización de la zona por el cuarto centenario del Descubrimiento de América. En este territorio habitaba una gran masa de población con un nivel educacional y religioso bastante bajos, por lo que unido a la falta de iglesias en la zona, pues solo existía el Convento de las Hermanas de la Cruz, una fuerte influencia anglicana y un alto dominio de casinos mineros, el Arzobispado de Sevilla ordenó la edificación de este templo de la Milagrosa. No fue hasta 1953 que se creó la Diócesis de Huelva, independizándose del Arzobispado sevillano. Fue Pedro Román quien elevó la súplica al cardenal Ilundain para su construcción en unos terrenos donados por Salvador Vázquez de Zafra, hijo del aristócrata Vázquez López.

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