Huelva

La pandemia subraya la ganancia de población de los núcleos costeros de Huelva

La calle Concepción de Huelva muy concurrida en estos días previos a las fiestas navideñas.

La calle Concepción de Huelva muy concurrida en estos días previos a las fiestas navideñas. / Rafa del Barrio (Huelva)

La provincia de Huelva sigue ganando población. Apenas son 2.928 más en un año, pero la tendencia es clara en los últimos diez años, crisis y pandemia mediante. Porque la irrupción de la Covid-19 en el escenario provincial, más que una merma provincial, ha reforzado los flujos interiores, con una capital que sigue perdiendo vecinos y unos municipios del área metropolitana y costera que se confirman como receptores, en pleno auge y asumiendo la huida de las grandes capitales en busca de entornos más despejados.

Los datos revisados del padrón municipal a 1 de enero de 2022, publicados hace unos días por el Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan cómo en el territorio onubense son los grandes municipios los que siguen creciendo, en detrimento de la capital. Sólo hay tres poblaciones entre las de mayor tamaño que no suman y, aun en números apenas testimoniales, reducen su masa vecinal.

Pero en sólo un año, durante 2021, destacan los saltos dados por Almonte, Moguer y Palos de la Frontera, entre otros. El municipio almonteño es ya el tercero en la provincia que supera el umbral de los 25.000 habitantes (la capital y Lepe son los otros), tras sumar 871 en la última estadística conocida y validada, y alcanzar los 25.488. Casi un millar más, tomando como referencia el padrón del año anterior, al 1 de enero de 2020, que marca el momento previo a la pandemia.

Es lo que ocurre también en Moguer, donde se han ganado prácticamente 600 vecinos en un año (22.643 son ahora), sumados a casi 200 el año anterior. De nuevo cerca de la ganancia del millar en los dos años de coronavirus recogidos en la estadística.

Cartaya, en la costa occidental, ha consolidado su posición por encima de los 20.000 habitantes (20.717), con todas las ventajas que eso supone, tras sumar 403 en un año, cerca de los 700 más en pandemia. Aunque el incremento que ha experimentado Palos de la Frontera, también en torno a los 700 en dos años, tiene más peso por estar en un escalón poblacional inferior y quedarse en 12.483 vecinos, 482 de ellos ganados en el último padrón.

Aunque a proporción sea menor, también se han dado sumas de varios cientos de habitantes en Aljaraque (22.078), Ayamonte (21.725), Lepe (28.617) y Punta Umbría (16.167). Todos ellos se han erigido en alternativa a las grandes urbes, desde Huelva hasta Sevilla, las capitales extremeñas e incluso Madrid, para captar población del éxodo experimentado con la pandemia en busca de aire limpio en las playas.

Tabla padrón municipal Tabla padrón municipal

Tabla padrón municipal

No son pocos los onubenses que han dejado la capital por irse a vivir a su segunda residencia en Punta Umbría, El Portil o El Rompido. Es así como la ciudad ha vuelto a perder población en el último padrón, no tan significativo en términos absolutos y relativos, aunque sí por cuanto supone de freno a las aspiraciones de crecer y superar algún día los 150.000 habitantes que le permitiría alcanzar un estatus superior como ciudad. Un poco más lejos queda ahora, con 141.854, perdidos 1.300 vecinos en tiempos de pandemia.

Los tres municipios que no suman

La capital va en dirección contraria a los otros 13 municipios que superan los 10.000 habitantes en la provincia. De hecho, sólo tres de éstos no suman, y ninguno está en la costa, se ubican en la campiña y el Andévalo: Valverde del Camino, Bollullos Par del Condado y La Palma del Condado.

Además, el eterno aspirante a entrar en ese gran grupo, San Juan del Puerto, pese a ganar población progresivamente cada año, con pasos que consolidan su posición, no termina de dar el gran salto y se queda por ahora en 9.532 habitantes.

En el resto de la provincia, al margen de la ganancia en otros núcleos condales, la pérdida paulatina de población es un hecho, salvo excepciones en las comarcas andevaleña y serrana, gracias a los extranjeros.

Llama la atención, de hecho, el caso de Castillejos, donde en un año ha sumado 74 vecinos para quedar en 2.923, y consolidarse como municipio de interior receptor, más que perdedor.

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