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Ignacio F. Garmendia
Zamiatin
Tras varios años en los que la iniciativa del Programa Corazón no cogía fuerza en la provincia, los últimos datos facilitados por la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES) o 061 señala que 993 pacientes están inscritos a día de hoy a esta iniciativa que permite agilizar la atención sanitaria de emergencia a las personas con cardiopatía que ya han sufrido anteriormente un infarto agudo de miocardio o una angina de pecho, casos en los que la rapidez en la respuesta sanitaria puede ser vital.
El colectivo de personas que en Huelva han sufrido alguna de esas dos patologías supera la cifra de 2.000. Uno de las decisiones que dio impulso a la inscripción en el Programa Corazón fue la decisión de la Delegación Provincial de Salud, de que todos los infartados y pacientes de angina de pecho poseyeran la Tarjeta Corazón. Así en 2008 se triplicó el número de personas con acceso a este servicio. Esto no es óbice para que otros pacientes anteriores puedan pedir su inclusión en el programa.
La Empresa de Emergencias Sanitarias del 061 tiene creada una base de datos donde se almacenan las historias clínicas de los pacientes que hayan sufrido un ataque cardíaco. Así se reduce el tiempo de actuación en la medida de lo posible, en el momento en que sean requeridos para ello ya que el hecho de que tengan a mano ese historial evita realizar un buen número de preguntas incluidas en el protocolo de actuación.
Según datos de la Consejería de Salud se estima que en la provincia existen unas 5.000 personas que padecen algún tipo de afección cardíaca o circulatoria. De ellas, algo más de 2.000 han sufrido un infarto agudo de miocardio o una angina de pecho.
Asimismo, se calcula que unas 200 personas padecen cada año, un infarto de miocardio. Dentro de este campo de las estadísticas, el 62% de las asistencias del Programa Corazón se realiza en infartados. El resto -28%- tiene como objeto, a los pacientes de angina de pecho. El perfil del paciente cardíaco en la provincia, es el de es un varón entre 59 y 68 años. Se considera que entre 1.600 y 1.700 personas fallecen cada año por problemas del sistema circulatorio.
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