La Santa Iglesia Catedral de Huelva ha acogido la celebración de la festividad litúrgica del Corpus Christi, que ha presidido el obispo José Vilaplana. Una celebración distinta a la de años anteriores al no haber posterior procesión del Santísimo en su Custodia por las calles de la ciudad, debido a la pandemia del coronavirus. Una celebración que como resumió al final del acto el propio obispo se ha realizado “con solemnidad, un Corpus especial, con comunión y amor”.

Al acto acudió el alcalde de Huelva, Gabriel Cruz, y miembros de la corporación municipal. En esta ocasión también respetando el aforo restringido que marca las medidas de seguridad por la pandemia. Así, asistió solo un representante de cada hermandad y de asociaciones de la Iglesia.

El obispo destacó en su homilía que esta es “una fiesta de la Eucaristía, de la unidad, porque todos somos uno en la iglesia y vivimos en comunidad con Cristo que nos hace fuerte en la unidad”.

El obispo porta en Santísimo en el interior de la Catedral

Una celebración que se vincula con la caridad, por lo que Cáritas celebra este día como la jornada del amor fraterno. En este sentido, José Vilaplana recordó que “la Eucaristía está inseparablemente unida a la caridad”, destacando la situación que ahora se vive en todo el país por las muchas familias que se ven afectada por la pérdida de trabajo debido a la pandemia y que afecta a los más vulnerables. Por ello, solicitó una atención especial y pidió a todos que “aumentemos en este tiempo nuestras acciones de caridad”.

La celebración culminó con la bendición con el Santísimo que salía a las 12:00 de la mañana a las puertas de la Catedral, adornada con una guirnalda de flores. El obispo de Huelva bendijo con el Santísimo desde el porche a toda la ciudad, mientras se escuchaba el Himno Nacional que interpretaba la Coral de la Merced y se arrojaban pétalos de rosas.

Una vez en el interior hubo exposición, bendición y reserva solemne en la capilla sacramental, donde se encuentra la Custodia procesional que este año no pudo salir en procesión y que guarda durante todo el año el sagrario de la Santa Iglesia Catedral.