Los nervios. Cada año son los nervios. Un clásico que no cambia a la hora de afrontar los exámenes que en gran medida marcarán el futuro académico de los jóvenes que acaban de finalizar su educación en Enseñanzas Medias. En la provincia de Huelva son 2.196 los estudiantes que están convocados desde esta mañana a los exámenes de Selectividad, el mismo número que el año pasado en junio.

Como en estos últimos años, los tribunales están repartidos por el campus de El Carmen de la Universidad de Huelva, cinco de ellos en tres aularios, y en Aracena, en el IES San Blas, el restante para los municipios serranos. En todos la escena se repitió, entre alumnos nerviosos echando el último vistazo a los apuntes, rodeados de profesores llamándoles a la calma e incluso padres, con los nervios por dentro, tratando de transmitirles confianza, sabedores de lo que se juegan estos días.

Esta vez han tenido que madrugar todos, debido al adelanto en el horario de los exámenes este año. El primero de ellos ha sido a las 8:30, media hora antes de lo habitual hasta ahora, igual que lo serán mañana miércoles y el jueves, días en los que de nuevo están los alumnos convocados a las 8:00 para la citación. Como consecuencia positiva, los descansos entre exámenes amplían también su duración y llegan a la hora completa, de 10:00 a 11:00 y de 12:30 a 13:30.

En ese ambiente más distendido, con más margen después de la primera prueba, algunos de los examinados se relajaban tras romper el hielo: “Ahora te das cuenta que no es para tanto y que no deja de ser un examen más”, aseguraba José Antonio.

Hasta siete titulaciones de la oferta de este curso de la Universidad de Huelva tendrán notas de corte superiores al 5: Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, Enfermería, Psicología, Educación Social, Educación Primaria, Educación Infantil e Ingeniería Electrónica Industrial e Ingeniería Mecánica. Aunque muchos son también los que aspiran a estudios que no se imparten en la Onubense y que cuentan con notas de acceso altas.

Por eso los nervios en Selectividad van más allá del miedo a no aprobar. “Es mucho lo que se juegan en apenas tres días, por más que tengan un buen expediente estos años”, apunta una madre durante el descanso, firme partidaria del fin de la Selectividad. “No tiene sentido”. Pero, mientras, los nervios siguen.