Las solicitudes de adhesión al Programa de Ayuda a las familias de la Junta de Andalucía por parte de centros de la primera etapa de Educación Infantil (0 a 3 años) en tres de las seis áreas de influencia de la capital onubense serán “desestimadas” en el procedimiento que se desarrollará el próximo mes de enero.

El motivo es que tres de ellas se han declarado zonas “saturadas”, lo que significa que en los dos cursos anteriores quedaron vacantes más del 20% del total de plazas que ofertaban. Otras dos corresponden a áreas “próximas a salturación”, lo que quiere decir que quedó ese mismo porcentaje sin ocupar en el curso anterior. En definitiva, sólo queda una zona de las seis en las que se divide la ciudad donde no habría problemas para la adhesión, si esos centros cumplen el resto de requisitos establecidos para el Programa de Ayudas.

Al principio del curso actual, en toda la provincia de Huelva apenas hubo 80 solicitudes más respecto al 20-21. La oferta de plazas era cercana a las 10.000 (9.742) y la ocupación finalmente fue de 5.950. En conclusión, quedaron cerca de 3.800 vacantes, lo que indicaba, en el pasado septiembre, una desocupación del 38,9%.

El descenso de la natalidad marca un progresivo descenso en el número de niños escolarizados en esta primera etapa educativa no obligatoria, un fenómeno acrecentado por los efectos de la pandemia y las consecuencias económicas derivadas de ella. El año académico en curso acusa por tanto los estragos de esa crisis sanitaria, ya que son más las familias que buscan alternativas a las escuelas infantiles para contener los gastos o directamente ante la imposibilidad de asumirlos.

Otra circunstancia a tener en cuenta es la ampliación del permiso de paternidad, que permite alargar el tiempo de los progenitores para el cuidado de los hijos. Esta nueva medida de conciliación provocará probablemente que muchos niños entren unos meses más tarde en la escuela infantil respecto a años anteriores, una consecuencia que comienza a dar señales este curso pero que será más visible en los siguientes. En definitiva, todo este panorama explicaría que en el curso actual la capital onubense cuenta con una zona saturada más, por cuanto en el 20-21 había dos. Entonces, las áreas del centro y de La Hispanidad eran las que presentaban el excedente del 20% de vacantes en los dos años anteriores.

En el año escolar en curso, las tres áreas con mayor sobreoferta aglutinan 24 centros. Estos se sitúan en calles, o parte de ellas, del centro (Puerto, San Pedro, La Fuente, Marina o Méndez Núñez), de su entorno (San Andrés, Manuel Siurot a Ivonne Cazenave), el barrio de La Orden (carretera, rotonda y avenida de La Cinta) y desde esta zona a la que va a La Hispanidad.

Las zonas próximas a la saturación, con once centros en total, se ubican en puntos de Isla Chica (José Fariñas o Federico Molina) y del entorno del Barrio Obrero (Roque Barcia). También en el Molino de la Vega y parte de Las Colonias.Por último, la única de las áreas donde podría estimarse una solicitud se enmarca también en otra parte de Las Colonias, así como Los Dolores y La Navidad. En esta zona hay tres centros de Educación Infantil. En relación con la provincia, las áreas saturadas han aumentado en dos y pasan de 33 a 35.

¿Por qué no se le da importancia al primer ciclo?

Save the children analiza en su informe Donde todo empieza, por qué es importante apostar por la educación de 0 a 3 años como parte del derecho a formarse que asiste a los niños. Para la ONG, “apostar por la educación desde los primeros años de vida supone evitar las primeras barreras que lastran el desarrollo”.

Entre sus ventajas, señala la mejora de habilidades cognitivas y socioemocionales que más tarde se traducen en un mejor rendimiento escolar, la reducción de la posibilidad de repetir curso y la disminución del riesgo de abandono escolar. Save the children plantea que es mejor prevenir que curar porque “el 80% del cerebro se forma antes de los tres años de vida” y también que “700 conexiones neuronales por segundo se forman a esa edad”. Por último, concluye que “es más eficaz y barato proporcionar acceso a educación infantil de calidad que invertir en medidas para compensar las desigualdades educativas y formativas en etapas posteriores”.

Save the children apuesta por esta etapa como la inversión social más rentable además de ayudar a reducir las desigualdades educativas por origen social. En este sentido, avisa que “la brecha educativa empieza antes de la escuela primaria, ya que el nivel educativo, los recursos y el tiempo de los que dispone una familia, condicionan los estímulos que reciben os niños”.