En memoria de Carlos de Cos
OBITUARIO
Hace solo unos días nos ha dejado nuestro gran amigo Carlos de Cos y Jährling. Se ha marchado al cielo, que es el lugar que le corresponde por vivir durante 89 años lleno de bondad.
A Carlos lo conocí como profesor de Matemáticas en la Escuela de Ingeniería de La Rábida, más tarde por su condición de ingeniero técnico en Topografía además de matemático, fuimos compañeros y luego pasamos a ser amigos, muy buenos amigos.
Carlos fue el jefe del Instituto Geográfico Nacional en Huelva que fue sustituido al jubilarse por otro compañero y buen amigo, Manuel Tapia Grande, con quien me une una gran amistad. Él había venido de León de donde era natural igual que su hermano Fernando, también matemático, y que dejó en Huelva un recuerdo imborrable.
Carlos de Cos era una persona llena de virtudes, amor al prójimo y sobre todo un caballero de los pies a la cabeza, un señor en el más amplio sentido de la palabra.
Hace unos años, reuní a tres señores de los que se habían dedicado en su vida activa a "medir los campos", Manuel Llanes, Mariano de la Roca Berenguer y el propio Carlos, con quienes pasé momentos magníficos oyéndoles contar anécdotas de su vida profesional y posteriormente escribí un artículo en este mismo diario que titulé Tres hombres buenos.
Hoy ya no sigue aquí ninguno de ellos, pero permanecen en el recuerdo de todos los que los conocimos.
Hoy escribo con la pena de haber perdido para siempre al más joven de aquellos tres amigos, pero seguro que se habrán reencontrado allí, con sus viejos teodolitos y sus brújulas taquimétricas y estarán haciendo el plano más bonito que jamás se ha confeccionado.
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