Un local con okupas en la avenida Costa de la Luz crea inseguridad en el barrio Nuevo Molino. Así lo manifiesta la asociación vecinal Costa de la Luz, que indica que los vecinos, fundamentalmente las treinta y dos familias que residen en el bloque de viviendas del bajo ocupado, ubicado en el número 16, llevan más de dos años soportando esta situación. Indica que el inmueble se ha convertido en “un centro neurálgico de gorrillas, drogadictos y prostitutas”.

Los vecinos llevarán a cabo un calendario de movilizaciones, que comenzará esta tarde con una concentración, de 17:30 a 20:00, ante el local, para exigir una solución a la ocupación del mismo así como para los problemas de movilidad y de infraestructura que existen en la barriada.

Desde la asociación se señala que en el local, de sesenta metros cuadrados, hay unas quince personas, “encienden candelas dentro”. Aparte “no sabemos de dónde obtienen el suministro eléctrico”. Los vecinos temen que en cualquier momento pueda ocurrir una desgracia, “es una bomba de relojería, es un peligro para las familias que viven en los pisos de arriba”.

La asociación le ha remitido escritos al Ayuntamiento de Huelva y a la Subdelegación informándoles de la problemática que se está viviendo en el barrio y pidiéndoles que se tomen medidas al respecto. “Nadie se ha dirigido a nosotros”.

Respecto al local, según la asociación vecinal, los propietarios pusieron una demanda, que aún no ha sido resuelta. Estos solicitaron al Juzgado que se acordara “como medida cautelar el desalojo inmediato del inmueble al amparo de lo dispuesto en el artículo 13 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, a fin de evitar la continuación de la actividad delictiva”.

Por otra parte, la asociación de vecinos solicita al Ayuntamiento de Huelva que ponga en marcha medidas para solucionar el problema de movilidad de la barriada. Comenta que no se tuvo en cuenta la afluencia de vehículos y de personas que iba a suponer la apertura del Hospital Costa de la Luz.

El tráfico se ha incrementado considerablemente y no hay suficientes zonas de aparcamiento en el barrio, con lo cual se suceden los caos circulatorios y “los estacionamientos de vehículos en las esquinas de las calles”. A esto se une la existencia de gorrillas, “los okupas del local actúan de gorrillas”.

También demandan los vecinos que se reparen aquellos tramos de acerado que están en mal estado y que se reconstruyan las escalinatas deterioradas, a las que les faltan escalones, así como que se renueve el asfaltado en algunas calzadas, que presentan grietas y agujeros.